jueves, 26 de febrero de 2009

Ruta del Alba (Soto de Agues, Sobrescobio)


La Ruta del Alba completa la triología de monumentos naturales de Redes. La cuenca fluvial del rio Alba es la ruta de ocio deportivo mas admirada y concurrida del parque natural. De nuevo los protagonistas del paisaje son la roca caliza, el agua, el bosque y, sobre todo, los tupidos hayedos del monte de Llaímo, en el paraje de la Cruz de los Ríos. A lo largo del camino del Alba también hay robles, tilos, avellanos, sauces, tejos y acebos, el arbolillo que llama la atención a los niños cuando descubren sus hojas pinchantes entre la vegetación del bosque. Los aficionados a la botánica podrán tener como misión encontrar entre las paredes de los desfiladeros del Alba, en la última etapa de la ruta, una planta carníbora reconocible por los insectos que suele tener atrapados en sus hojas. Mucho mas fácil de ver es el mirlo acuático, cuya población mas numerosa en Asturias se aloja en los torrentes de río Alba.
La enorme popularidad de esta ruta ha llevado a los promotores turísticos del Redes a pavimentar la vieja pista del Alba hasta el pontón del Retortoriu, dejando el firme liso y acondicionado para bicicletas de montaña y patines. Si se quiere hacer el recorrido patinando es necesario dominar los patines, puesto que en el bajada hay que sortear varias curvas cerradas y rampas empinadas.

Distancia : 14 kilómetros
Agua : Hay fuentes por el camino
Desnivel positivo del ascenso : 360 metros
Tiempo : 5 horas y media
Principales formaciones : Hayas, robles, sauces y alisos
Edad recomendable : A partir de 8 años
Carritos de bebé : Hasta el área recreativa La Vega
Bicicletas : Hasta el área recreativa La Vega
Puntos peligrosos para los niños : ninguno

Cómo llegamos
Desde Oviedo por la carretera AS-17, conocida como Corredor del Nalón. Pasar por Langreo y en Pola de Laviana tomar la dirección del puerto de Tarna. En Rioseco girar a la derecha y seguir las indicaciones para llegar a Villamorey y Soto de Agues.
De dónde salimos
Aparcamiento de Soto de Agues, a la entrada de la población.

Por dónde vamos
Soto de Agues
El aparcamiento de Soto de Agues está justo en el acceso al pueblo, allado de las instalaciones deportivas. El cartel que indica el punto de partida del sendero de pequeño recorrido PR-AS-62 Ruta del Alba está en le puente medieval del río Alba, que comunica los núcleos rurales de Soto y San Andrés, al lado de una casona típica asturiana, con arco dovelado y recios sillares en las fachadas. Otra opción es atravesar el pueblo en coche y aparcar en el lavadero, donde comienza la pista del valle del Alba, pero entonces no se podría admirar de cerca la bella arquitectura popular de las calles de Soto, llenas de hórreos y paneras, en total 48, casas señoriales con corredores de madera de castaño, pajares con entramados de madera, dos molinos, un potro de herrar, varios abrevaderos y otros elementos característicos de los pueblos del medio rural de Redes. También hay que fijarse en los dibujos del pavimento, que representa personajes de la mitología asturiana, animales del bosque y elementos de la vida cotidiana. Al final de la calle principal aparece el mencionado lavadero con sus tres caños de agua fresca e imágenes de los usos del antiguo estilo de vida, y poco después llegamos a una esplanada, donde un cartel indica el comienzo de la ruta del Alba. A partir de este punto está restringida la circulación de coches y sólo pueden pasar el valle vecinos del pueblo. El camino es excelente y se puede hacer en bicicleta o patines; son muy recomendables los patines en línea de tres ruedas, mas grande de lo habitual y mas recomendables para firmes irregulares. Otra gran opción consiste en llegar en bicicleta de montaña hasta el área de recreo de la Vega y continuar después a pie has la Cruz de los Ríos. A los 14 kilómetros del recorrido completo, ida y vuelta, quizá sean demasiados para los niños que no estén acostumbrados a caminar mas de cinco horas y, sin embargo, el tramo final es el más deslumbrante, con casacadas, puentes medievales, árboles colgados en las paredes del desfiladero, torrentes y un entorno completamente salvaje. Para llegar hasta aquí y poder disfrutar del paisaje una buena alternativa es subir pedaleando hasta el cruce de La Vega, esconder la bici en el bosque y hacer los dos kilómetros de la hoz del Alba a pie. La experiencia será inolvidable.

La pista deja el pueblo de Soto y entra en un valle abierto y encantador. La vega del río Alba es una sucesión de prados verdes, cercados de madera y rústicas cabañas bien cuidadas. A un kilómetro del pueblo el camino rodea las terrazas fluviales de la piscifactoría del Alba, una buena muestra de la utilización de los recursos naturales de un modo racional. La ruta se acerca a la orilla del río y atraviesa el puente Precia de la Vara, de donde sale un camino a la izquierda que se dirige a San Andrés. En el camino de vuelta habrá que tener en cuenta este punto para regresar a Soto por la variante del mirador. En varios puntos a lo largo de la excursión encontraremos paneles con abundante información acerca de los valores naturales y los principales ecosistemas del valle del Alba. El primero se ocupa de las rocas que forman la estructura del valle: muestra un mapa del sustrato geológico de la Cuenca del Río Alba y explica la composición mineral de las calizas y cuarcitas.
En una curva cerrada del camino hay un puente de madera donde nace un sendero que sube por la Vallina les Edroses, una enorme rampa de hierba que llama la atención entre las montañas grises de la garganta. En una zona ancha y boscosa, enredadas en una maraña de castaños, avellanos y robles, aparecen al lado de la pista las ruinas de los antiguos cargaderos de mineral de Campurru.

Área recreativa La Vega
El tramo pavimentado termina en el cruce del puente de Retortoriu, a 3,8 kilómetros de la salida, y de allí parten dos caminos. La pista de la izquierda atraviesa el puente y sube a las camperas de los pastos de Bauga. La excursión sigue por el camino principal de la derecha, pasa por unos nuevos carteles temáticos, dedicados esta vez a las rapaces de redes y a la interpretación del paisaje, y llega al cruce de la zona recreativa de La Vega, un pequeño claro en el bosque al lado del río acondicionado con mesas.
La ruta avanza de frente por el interior del hayedo, señalizada con los postes del sendero PR-AS-62. La vereda se convierte en una senda estrecha excavada en las paredes del desfiladero, que cada vez se van aproximando más entre ellas, dando la impresión a cada curva de que la garganta se cierra por completo. En este entorno los árboles crecen donde pueden: unos se agarran a los resaltes de las rocas y aprovechan los nutrientes de las grietas, otros se cuelgan de las murallas de piedra y dejan volar las raices en el abismo. El río, por su parte, es una madeja interminable de aguas blancas salpicando piedras cubiertas de líquenes y musgo. En los tramos más escarpados se forman pequeños saltos y pozas de aguas transparentes rodeadas de sauces, alisos, sargas, mostajos y tilos. En los pequeños rincones de suelo firme crecen robles y hayas gigantescos, luchando por alcanzar los rayos del sol que entran durante unas pocas horas al interior del desfiladero. En las partes más estrechas el torrente del río salpica las piedras del caminoy el suelo puede resbalar. En otros parajes el camino está esculpido en la pared caliza y protegido por barandillas de madera. El momento en que la excursión atraviesa la hoz del Alba, conocida también como las Foces del Llaímo,es quizá, uno de los mas fascinantes y asombrosos.
Cruz de los Ríos
Por una de las angosturas el sendero atraviesa el puente medieval de la Pontona, construido al lado de la cascada de la Sapera, el salto de agua más alto de la ruta. Poco después se pasa por el puente de la Resquiebra, del mismo estilo. A los pocos minutos aparece el puente colgante, mucho más actual y moderno que los anteriores, que sale del paraje de la Cruz de los Ríos. El nombre se debe a la confluencia de los arroyos de montaña que recogen el agua de los macizos de la Forcada y Retriñón, dando origen al río Alba. El paraje es una pequeña pradera rodeada de cercados de troncos para impedir el acceso a las vacas. En el centro hay un edificio en ruinas que hace tiempo era un refugio de montaña y ahora se convierte en un bar durante el verano. El hayedo del monte de Llaímo domina el paisaje forestal. Al fonde se distingue la cuerda de la sierra de Collarroces y las crestas del pico Retriñón, frontera geográfica de los concejos de Aller, Caso y Sobrescobio.
Soto de Agues
La excursión retorna por el mismo camino hasta el puente Precia de la Vara y toma el camino del mirador. El camino recorre el valle a media altura para terminar, otra vez, en el pueblo.
Qué podemos aprender
Cómo planificar una excursión
La Ruta del Alba es la excursión mas larga de la guía. Una familia que tenga un nivel medio de preparación senderista puede tardar una jornada completa, tomando en cuenta el tiempo preciso para varias paradas y contando también el rato de la comida, y en las montañas cantábricas un día es tiempo suficiente para que puedan ocurrir cambios de clima imprevisibles. La Ruta del Alba es una buena oportunidad para llamar la atención sobre un tema importante: la planificación de una excursión de montaña. Antes de salir hay que estudiar la ruta, ver los tramos complejos, los que pueden presentar dificultades en caso de tormenta o niebla como desfiladeros, puentes, atajos, etc.; cargar la batería del móvil, consultar las previsiones meteorológicas y preparar la mochila para un recorrido largo. En el macuto hay que meter siempre ropa de abrigo, aunque en verano vale un gorro fino y un chubasquero impermeable, las gafas de sol, el gorro y los protectores solares. Los calcetines son recomendables porque en un buén chaparrón de montaña se acaba con los pies empapados, y caminando así salen ampollas. Los alimentos deben de ser abundantes y ricos en hidratos de carbono, glucosa -azúcares- y proteinas. Por eso conviene llevar frutos secos, zumos, chocolate, galletas, jamón cocido, membrillo o queso.
En caso de tormenta no hay que desviarse de la ruta principal ni tomar ningún atajo. En el valle del Alba no es difícil seguir esta instrucción porque el itinerario va y vuelve por el mismo camino. Tampoco se debe entrar en el cauce del río, pués la lluvia puede aumentar el caudal y un vadeo innecesario se puede convertir en una trampa. En caso de que exista riesto de descargas eléctricas hay que evitar entrar en el desfiladero del Alba, alejarse de las cuevas, los bloques de rocas y las paredes de piedra. La mejor opción es sentarse en cuclillas como una bola, en una zona despejada como es, por ejemplo la mitas de un prado, y esperar a que pase la tormenta. En estos momentos es cuando se aprecia la calidad de un chubasquero realmente impermeable. Dentro del bosque hay que buscar la zona de árboles mas bajos y sentarse en el suelo, lejos de los troncos. Si alguien del grupo siente cansancio antes de llegar al final de la ruta, o se aburre y no quiere seguir, afectando también a la moral del resto, charlar de un tema ameno para romper la rutina de la marcha o dar la vuelta y renunciar a la ruta. Los paisajes están en el mismo sitio desde hace miles de años, y van a seguir ahí mucho más. Ya habrá tiempo de volver en otro momento.
Qué mas visitar
Casa del Agua


Es un interesante museo construido en el pueblo de Rioseco para sensibilizar al visitante, de una forma interactiva, de las propiedades y virtudes que convierten al agua en una sustancia vital y única en la naturalez, imprecindible para la vida y las actividades del ser humano. El museo dispone de modernos recursos didácticos que permiten experimentar y observar los procesos relaciones con el agua y reconocer su importancia como un bien escaso. También tienen información de las rutas senderistas del parque. Horario : de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00. Entrada gratuita. Tlf. 985.60.90.99
Castillo de Villamorey

Es un vestigio de la época medieval, aunque el origen de la fortaleza se remonta al control del valle del Nalón en tiempos de la ocupación romana, cuando las legiones de Augusto levantaron una línea de baluartes defensivos en la falda norte de la Cordillera Cantábrica. El Torrexón, como se conoce en la zona, fue reconstruido en tiempos de Alfonso I. Hoy se encuentra en ruinas y solo se mantiene de pie y sección de la murrala y el torreón. Esta ubicado en el desfiladero de entrada al concejo de Sobrescobio, cerca de la presa del embalse de Rioseco.
Datos prácticos
Dónde dormir
Casa rural El Bosque Encantado. La Puente,14 33993 Soto de Agues Tlf. 660.67.18.92. Casona de 1900 restaurada. Salón, chimenea, biblioteca y cocina completa. Capacidad para 8 plazas en habitaciones con baño independiente. Rutas a caballo.
La Casona del Indiano Rioseco, 71 33993 Rioseco. Tlf. 985.89.34.34. Casa de alquiler completo con capacidad para 5 personas. Tres plantas, salon con chimenea, zona de lectura y decoración muy cuidada. Una habitación está abuardillada.
El Desván de Güelita Ladines s/n. 33993 Ladines. Tlf. 985.60.91.50. Conjunto de casas rurales construidas en piedra y madera, según la costumbre de la arquitectura tradicional de la zona. Entrada independiente y equipamiento moderno y completo. Capacidad de 2 a 6 personas.
Apartamentos La Xamoca. La Cantera de Arriba s/n. 33993 Campiellos. Tlf. 653.30.45.09. Apartamentos independientes de 2 a 4 plazas con salón, chimenea de leña, terraza y cocina bien equipada.
Nucleos de turismo rural Maria Fray Norberto del Prado, 43 33980 Pola de Laviana. Tlf. 985.60.27.93. Central de reservas que agrupa diferentes alojamientos rurales en el concejo de Sobrescobio: Casas de aldea, apartamentos rurales y casas rurales en varios pueblos de la zona.
Dónde comer
La Casona de Rioseco Ctra. General, 91- 33993 Rioseco. Tlf. 985.60.97.04. Es el comedor del hostal. Cocina asturiana. Fabes con jabalí, carnes de la zona y postres caseros
Llaímo. 33993. Soto de Agues. Tlf. 985.60.92.01. Cocina casera asturiana. Sidrería y dulces típicos.
El Merendero de Anzó 33993 Anzó. Tlf. 985.60.92.15. Cocina casera asturiana. Cabrito guisado y cordero a la estaca trinchado al fuego de leña.

Las rutas del Alba
La ruta del Alba del siglo XXI es una atractiva propuesta de ocio activo, perfectamente acondicionada, que muestra la belleza y los encantos de los paisajes de Redes. Durante siglos el valle mas frecuentado por los visitantes del parque natural ha sido una primitiva vía de comunicación utilizada desde tiempos remotos por pastores y arrieros para saltar las montañas que separan los concejos de Aller y Sobrescobio. En épocas más recientes el camino fué aprovechado para transportar el hierro extraido del Carmen, un pozo minero sumergido en la espesura de los hayedos del monte de Llaímo. La piedra se bajaba en la montaña a lomos de animales hasta el cargadero del Campurru, donde se trasladaba a los vehículos encargados de llevar el mineral a los altos hornos de la cuenca del Nalón. La fachada del viejo cargadero es el único vestigio de la historia minera del valle del Alba.


Puentes de montaña
La Ruta del Alba adquiere todo su valor histórico y cultural al atravesar el desfiladero y transitar por la calzada que une los puentes medievales de las Foces de Llaímo. Es admirable el trabajo y el esfuerzo de los antiguos habitantes de los montes de Redes para abrir vías de comunicación en unos territorios tan inhóspitos, expuestos a la adversa meteorología y el ataque de las vestias salvajes. Los puentes del Alba son dos sólidas construcciones de sillar calizo , levantadas en arco de medio punto y unidas mediante una calzada de losas de piedra acopladas al pie de las enormes murallas del barranco. El resto del sendero se abre paso junto a los rápidos del torrente , dando mordiscos a las parades calcáreas, buscando con decisión la salida de la garganta para seguir su camino por las majadas y los bosques de la montaña hacia Felechosa y el valle del río Aller.

La fauna de Redes
El halledo del monte de Llaímo es un refugio excepcional para la fauna más selecta del parque natural de Redes. Corzos, rebecos, urogallos, jabalíes, osos y lobos deambulan libremente por el paraje de la Cruz de los Ríos. El oso pardo y el urogallo cantábrico son dos especies en peligro de extinción muy escurridizas, así que no es fácil disfrutar de us presencia habitualmente. Al urogallo se le puede llegar a escuchar con paciencia y sabiendo dónde tiene los contaderos. Del resto de las 50 especies de mamíferos que tienen su habitat dentro del espacio protegido es visible algún ejemplar, generalmente algún corzo o un ciervo, a primera hora de la mañana o al atardecer merodeando por los arroyos de los linderos del bosque. El rebeco prefiere los territorios altos y solitarios cercanos a las cumbres.
Equipo
Ropa de repuesto, incluidos calcetines, alimentos energéticos, teléfono móvil con la batería completa y un juego de mesa de viaje por si hay que pasar varias horas dentro de un refugio o cabaña pastoril esperando a que pase una tormenta.
Actividades complementarias y juegos
1.- Observar las plantas que crecen en las paredes del desfiladero.
2.- Bañarse en las pozas del río Alba.
3.- Hacer una colección de hojas de los árboles del valle del Alba
4.- Practicar bicicleta de montaña en los caminos rurales.
5.- Realizar fotografías en Soto de Agues.

lunes, 23 de febrero de 2009

Desfiladero de los Arrudos (Caleao, Caso)



El desfiladero de los Arrudos es uno de los grandes cañones fluviales del Parque Natural de Redes. La mitad de la superficie protegida en Redes se situa a una altitud de más de los 800 metros sobre el nivel del mar, con pendientes medias que superan los 50 grados de inclinación en mas del 40% del territorio. Un relieve tan abrupto está sometido por completo a los implacables efectos de la erosión y el viento, especialmente en las pendientes más elevadas. Las partes altas de las montañas y los principales cordales de Redes están formados por roquedos de calizas compactas, entre los que asoman secciones de cuarcitas duras y, sin embargo, frágiles. Los sustratos más blandos de arcilla, pizarra y arenisca, se sitúan a media montaña y han sufrido el efecto erosivo del agua de lluvia y los recursos fluviales de los arroyos, dando lugar a imponentes desfiladeros y gargantas cavernarias que son la puerta de entrada a la cuenca baja de los valles, donde el aluvión de materiales arrastrados por los ríos se han acumulado creando amplias vegas. En la ruta de los Arrudos, es posible observar esas tres fases, responsables del paisaje y los usos del medio rural dentro del parque. La excursión es larga y el último tramo tiene una subida fuerte. En caso de cansancio se puede dar por finalizada y emprender el regreso en cualquier momento pero hay que intentar llegar, al menos, hasta el popular puente de la Calabaza.
Distancia : 10 kilometros
Agua : Hay fuentes en la ruta
Desnivel positivo ascenso : 380 metros
Tiempo : 5 horas
Principales formaciones : Robles y hayas
Edad recomendable : A partir de los ocho años
Carritos de bebé : Hasta la cabaña de Prendeoriu
Bicicletas : Hasta la cabaña de Prendeoriu
Puntos peligrosos para los niños : Ninguno
Cómo llegamos
Desde Oviedo por la carretera AS-17 conocida como corredor del Nalón. Pasar por Langreo y, en Pola de Laviana, tomar dirección del puerto de Tarna. Recorrer la orilla del embalse de Tanes y girar a la derecha en Coballes, siguiendo en dirección a Caleao. El acceso a la zona de recreo de Los Arrudos se encuentra señalizado en la entrada de la población.
De dónde salimos
De los Arrudos

Por dónde vamos
Área recreativa de los Arrudos
En la zona recreativa de los arrudos hay un buén aparcamiento, además de una fuente, pradera y bancos, y un antiguo molino de agua, y una ermita tan humilde y discreta que pasa desapercibida situada al lado del camino que entra en el valle del río de los Arrudos. Detrás de las colinas se ven las casas de Caleao, dispersas por la verde ladera entre valles y montañas. El ambiente es apacible y el entorno muy bucólico, ideal para pasar el rato de la merienda, leer un libro, escuchar música o, simplemente, contemplar la calidad pura y transparente de las luces de la cordillera Cantábrica.
La mayor parte de la excursión discurre por un camino rural de buén firme y desniveles poco pronunciados que se puede transitar también en bicicleta de montaña, haciendo el recorrido un poco diferente y mas ameno para los niños. El último tramo es una escalinata por el interior de la garganta de piedra donde en ningún modo se puede transitar en bicicleta, por los que habría que dejarlas escondidas en un rincón del bosque, preparadas para el camino de vuelta, de bajada y mucho más divertido. Un buen lugar para dejar de dar pedales es el puente de la Fuminosa, a la entrada de los Arrudos, o más arriba, en las cabñas de Prendeoriu, si la forma física permite superar el repecho.
La ruta sale del área de recreo, pasa por la puerta de la ermita de San Antonio y baja el puente de la Xenra, que salva el arroyo de la Pasera, el primero de los ocho puentes que atraviesa la excursión. Es por esto que en algunos lugares la ruta de los Arrudos se conoce, también, como la ruta de los puentes. Poco después cruzamos el puente Riofresno, en el río de los Arrudos, que es la entrada a una pequeña garganta conocida como el estrecho de Salto de Rodrigo, un paso angosto entre las murallas calizas de la Peña Corona y la peña de los Rosques. En la parte central del estrecho se pasa por el puente Corona, vigilado por unas rústicas cabañas de madera y de piedra. Los edificios ocupan el limitado espacio que queda libre entre el río, el camino y las paredes de roca. En la salida del Salto de Rodrigo está la fuente Aguamayo, un manantial de agua fresca que brota de la roca como si fuera el néctar de la propia tierra. También hay un pequeño abrevadero para el ganado que en verano está lleno de renacuajos y anfibios.

Fresnedo
Las murallas grises que cerraban el paso en el estrecho del Salto de Rodrigo se desarman y el valle se abre a una vega amplia y fértil, ocupada por la majada de Fresnedo, un conjunto de cabañas pastoriles diseminadas por verdes prados ganaderos. En el centro del valle, al lado del puente Aguamayo, aparece un bifurcación y un poste del sendero de pequeño recorrido PR-AS-124 Cabeza l´Arcu, que coindice en parte con el itinerario del sendero PR-AS-61 Desfiladero de los Arrudos. En nuestro caso hay que seguir siempre el camino principal del valle y no hay ninguna posibilidad de perderse. En el cruce dejamos la subida a la majada de Fresneda a la derecha y seguimos la pista de tierra que pasa por el puente y contiúa remontando el valle del río de los Arrudos. A los 200 metros aparece un desvío a la izquierda que sube a las cabañas de Las Campas y la majada de Balséu. La entrada al desfiladero está cerca. A través de los claros entrelos fresnos, robles, y avellanos que custodian el camino se vislumbran los pilares grises de la boca de la garganta de los Arrudos. El camino pasa el puente de los Campos y enseguida llega al puente de la Fuminosa, el umbral del cañón calcáreo de los Arrudos. A apartir de aquí el desnivel aumenta y para seguir en bicicleta hay que tener buena forma física y técnica. También se puede subir la bicicleta empujando hasta Prendeoriu para aprovechar mejor el terreno de bajada en el camino de vuelta. En la entrada de la garganta, bajo un grupo de hayas enormes, hay un panel explicativo a cerca de la formación geológica del desfiladero y el origen de su nombre.

La Fontona
A partir del puente de la Fuminosa la excursión se adentra en un territorio salvaje, dominado por el haya, la roca y el torrente de montaña, los elementos mas importantes que definen los valores naturales de Redes. La pista termina en la maja de Prendoriu, el último lugar donde los pastores del valle han conseguido domesticar un pedazo de desfiladero antes de entrar en el tramo mas angosto de los Arrudos. A la altura de la cabaña se desvía por la derecha el sendero de pequeño recorrido PR-AS-124, que vuelve a caleao por el pico Cabeza l´Arcu. La excursión continúa de frente por el hayedo, pasa por una fuente y llega al puente de la Calabaza de Abajo. La construcción original era un puente colgante que salvaba las estrepitosas aguas del barranco de los Arrudos. En las rocas laterales se pueden ver restos de los anclajes y parte de la estructura primitiva. El paso actual sigue siendo de madera pero está apuntalado y reforzado, aunque la sensación de inestabilidad es importante y parece que en cualquier momento puede ser víctima de una riada y desaparecer. En el rústico puente comienza El Escalerón, la parte mas dura de la ruta. El camino atraviesa las enormes paredes de la garganta de piedra mediante una hilera interminable de escalones esculpidos en las cuarcitas que configuran la estructura geológica de la montaña. El primer repecho termina en el puente de la Calabaza de Arriba, mucho mas corto y estable que su hermano mayor. La senda es cada vez mas empinada y los escalones se retuercen por las murallas del barranco para salvar el tramo escarpado. En estos parajes es difícil motivar a los niños para que aguanten la subida, pero sin han llegado hasta aquí solo queda un pequeño esfuerzo para salir del desfiladero y llegar al prado de El Collán, donde termina la subida.
De nuevo se materializan ante nuestros ojos los bosques, el cielo y las montañas. Unos metros más adelante nos encontraremos con el manantial de la Fontona, al refugio del barranco de la Robre. La construcción del canal de agua de Gijón acapara el barranco, pero hay un caño disponible donde se puede coger agua. El sendero PR-AS-61 continua por el hayedo hacia la cabecera del valle y se acerca al circo glaciar del lago Ubales, un bello escenario de montaña que pueden visitar quienes se hayan quedado con ganas de continuar la excursión.
Área recreativa de Los Arrudos
La ruta de vuelta es por el mismo camino hasta regresar al aparcamiento de la ermita de San Antonio Abad.
Qué podemos aprender
El GPS es un sistema de radionavegación que se sirve de una red de satélites. Para determinar una posición, el receptor GPS -Global Positioning System- necesita, al menos, localizar tres satélites y por triangulación establece el lugar exacto en el que nos encontramos. Además permite calcular la dirección de la marcha, el recorrido que llevamos andado, la distancia entre dos puntos y ayudar con algunas otras funciones relacionadas con la orientación. También hay modelos que incluyen barómetro y altímetro. La tecnología de los navegadores GPS está muy avanzada, tanto como para corregir los errores mas comunes que afectan a los receptores domésticos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que existen una serie de errores que pueden afectar en ocasiones a la transmisión de datos. La señal de radio emitida por los satélites se transmite por la ionosfesra y la troposfera hasta la superficie terrestre, donde es localizada por el receptor. En su camino atraviesa multitud de capas de partículas cargadas de electricidad, sufriendo un pequeño retraso, que aumenta cuanto mayor es la inclinación de los satélites sobre el horizonte. El error mas importante que se debe terner en cuenta en excursionismo es el factor conocido como multisenda, que se origina cuando la señal de radio sufre varios rebotes contra edificios, paredes rocosas, árboles, tendidos eléctricos o grandes instalaciones metálicas que se encuentran cerca de nuestra posición. Esta desviación es frecuente en desfiladeros de montaña como Los Arrudos, donde la señal rebota varias veces en las paredes de la garganta antes de llegr al aparato, y vuelve a rebotar después, cuando es enviada de nuevo a la red de satélites. Los receptores domésticos tienen tecnología para rechazar un rebote, pero a partir del segundo el navegador es incapaz de averiguar el número de rebotes ni la distancia que recorre la señal dando vueltas por el desfiladero, calculando una distancia mas larga y emitiendo datos erróneos e inútiles. En los Arrudos el pernicioso efecto multisenda comienza en el Puente de la Fuminosa, se estabiliza en las cabañas de Prendeoriu, aunque ya habrá añadido entre 500 y 600 metros falsos de recorrido, dependiendo del ritmo del paso, y vuelve a tener consecuencias en el Puente de la Calabaza. En estos casos el único remedio es llevar una antena portátil o calcular a ojo la distancia cuando se pierde la señal. Para evitar que el aparato acuse demasiado el efecto multisenda se puede reiniciar la distancia de la ruta en La Fontona, antes de emprender el camino de vuelta, dejar el aparato a su aire hasta el Puente de la Fuminosa, y volver a poner a cero la distancia en la salida del desfiladero para terminar la excursión con datos fiables. el manejo correcto y efectivo de un navegador GPS requiere tiempo, experiencia y conocimientos de orientación. No conviene, tampoco, olvidar nunca que los agentes extermnos como climatológicos y tecnológicos, pueden producir errores en la transmisión de datos.
Qué más visitar
Paseo del agua en Caleao

Es una marcha de dos kilómetros y medio, de recorrido circular y aproximadamente una hora y media de duración, por el conjunto urbano de Caleao, visitando las construcciones relacionadas con el aprovechamiento del agua en los pueblos del Parque Natural del Redes. Fuentes bebederos de ganado, molinos, lavaderos y pozos constituyen una interesante muestra de arquitectura tradicional.
Campo de Caso

Capital del concejo y sede del Centro de Interpretación de Redes, Campo de Caso es un lugar interactivo donde ver, tocar, oler y comprender los principales ecosistemas y valores culturales del Parque Natural. Una de las salas del centro está dedicada a las principales rutas de senderismo, con maquetas, mapas y altimetrías detalladas de cada itinerario. Tlf. 985.60.80.22.
En el río Nalón se conserva un interesante puente románico. Cerca de Campo de Caso, en Les Llanes está la cueva Deboyo, declarada monumento natural. Es una galería de origen cárstico de aproximadamente 200 metros de longitud por la que se cuela el cauce del río, constituyendo una formación geológica de notable interés.
Tanes

Colegiata de Santa María, de estilo herreriano, construida sobre los restos de una iglesia del siglo X y restaurada en el siglo XVII.
DATOS PRACTICOS
Dónde dormir
Apartamentos Los Arrudos. Caleao s/n. 33995 Caleao. Tlf. 985.61.28.86. En el punto de partida de la ruta de Los Arrudos. Decoración rústica y tradicional en piedra y maderas de la zona. Equipados con vitrocerámica, calefacción central, televisión y menaje completo.
Apartamentos La Prida. Caleao s/n. 33995 Caleao. Tlf. 985.61.28.27. Están en la parte alta del pueblo. El conjunto consta de tres apartamentos para 2, 4 o 5 personas. Equipamiento completo y restaurante de cocina asturiana de aldea.
Hotel La Carasca. Orlé s/n. 33990 Orlé. Tlf. 985.60.81.07. Acogedor hotel de montaña con terraza, salón con chimenea, zona infantil, aparcamiento y restaurante de cocina asturiana de aldea.
Casa rural La Casina de Redes. Coballes, 21. 33995 Caso. Tlf. 654.59.27.13. Casa tradicional asturiana del siglo XIX restaurada en 2005. Son dos viviendas independientes con calefacción, chimenea, televisión, cocina y menaje completo.
Dónde comer
Casa Juanin Pendones, s/n. 33996 Pendones. Tlf. 985.61.37.25. Cocina asturiana y platos de caza. Truchas del Nalón, jabalí estofado, fabes con jabalí y venado. Carta de sopas y postres caseros.
La Campa. Cruce, s/n. 33990 Campo de Caso. Tlf. 985.60.80.69. Guisos caseros, carnes de vaca y caza y embutidos de la zona. Postres caseros.
Arnicio. Las Huertas s/n. 33990. Campo de Caso. Tlf. 985.60.80.69. Es el restaurante del hotel. Sopa de picadillo, embutidos, carnes de la zona y postres caseros. Menú montañés.
El Mirador. Tanes s/n. 33994. Tanes. Tlf. 985.60.82.05. Es el restaurante de un hotel rural. Cocina asturiana y regional.
Arrudos, las escaleras de los pastores
Según el folklore de Redes en arrudo es una vara de acebo, de unos dos metros y medio de larga, en la que se clavan o atan perpendicularmente, en forma de cruz, unas estacas, de modo que puedan servir como rústicos peldaños. Los arrudos se han estado utilizando hasta hace poco tiempo por los pastores de la zona para subir por las peñas y acceder a lugares complicados antes de construir el camino actual. Superponiendo unos arrudos sobre otros las gentes del valle conseguían subir paredes verticales de decenas de metros en los lugares más abruptos y escarpados de los desfiladeros de montaña.
Los Arrudos, el poder del agua

El sobrecogedor paisaje del desfiladero de los Arrudos es una excelente manifestación de la acción del agua sobre los materiales que constituyen el suelo durante miles de años. La caliza es compacta, pero si disuelve con facilidad cuando se moja, dando lugar a grietas superficiales que poco a poco se convierten en pequeños arroyitos de montaña. Las cuarcitas son también rocas duras y sólidas, pero frágiles y quebradizas sometidas a los efectos del hielo, los cambios bruscos de temperatura y la erosión que producen las lluvias torrenciales en la alta montaña. El agua corre por las pequeñas incisiones y fisuras, arrastrando las rocas que se desmoronan de las paredes laterales, y con el paso del tiempo se crea un desfiladero estrecho y angosto.
La Fontona

La Fontona es un manantial natural de alta motaña que fue elegido para suministro de agua potable a la ciudad de Gijón. Rodeada de hayas se esconde la construcción donde nace la canalización que lleva el agua a la costa. El proyecto se presentó en el año 1926, pero la compleja envergadura del canal subterránea alargó las obras hasta 1944, entrando definitivamente en funcionamiento en 1950. La traida tiene un caudal medio de 200 litros por segundo, mas o menos unos 700.000 litros de agua a la hora. La tubería tiene 60 kilómetros de recorrido hasta Gijón y pasa por la falda de Peñamayor y las entrañas de otras montañas asturianas.
Equipo
Aparato GPS, brújula plana analógica, mapa cartográfico de la zona 1:25:000 Felechosa 79-I
Actividades complementarias y juegos
1.- Practicar la orientación con la ayuda de un mapa y brújula plana.
2.- Fijarse en como se distribuyen los prados y la majadas en el desfiladero de los Arrudos.
3.- Prestar atención a los anfibios en los abrevaderos, las fuentes y los manantiales.
4.- Contemplar cómo están hechos los puentes, especialmente en la zona mas angosta del desfiladero.
5.- Montar en bicicleta por las pistas del valle.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Cascada del Taballón


El parque natural de redes es un lugar extraordinario para el excursionismo y las actividades al aire libre. Los valores naturales, culturales y etnográficos del espacio protegido están incluidos en las redes mas importantes de protección y conservación de la naturaleza. Además de parque natural, que es la máxima categoría otorgada por la Red Regional de Espacios Protegidos de Asturias, también fue declarado reserva de la biosfera por la UNESCO en 2001, pertenece a la Red Natura 2000 y es Zona de Especial Protección para las aves (ZEPA)desde el año 2003. El último reconocimiento otorgado a los paisajes de Redes es la Certificación Q de calidad turística, obtenida en el año 2005. Todas estas consideraciones han favorecido el desarrollo de acciones y proyectos que facilitan el acercamiento del medio ambiente de Redes a todos los visitantes que recorren la cuenca alta del río Nalón para comtemplar la belleza de la naturaleza cantábrica. En nuestra guía hemos seleccionado las tres rutas que no hay que perderse dentro de la variada oferta senderista del parque natural. La primera excursión es la única que presenta un punto conflictivo de orientación pero se puede evitar volviendo por el mismo camino. La ruta sube a la cascada de Taballón de Mongallu, un bello salto de agua en la soledad petrificada de un circo glaciar que ha sido declarado Monumento Natural por el interés geológico y sus valores naturales y educativos.

Distancia : 8 kilómetros
Agua : Fuente del Monte Sapereu
Desnievel positivo de ascenso : 160 metros
Tiempo : 3 horas y media
Principales formaciones : Robles y hayas
Edad recomendable : A partir de los siete años
Carritos de bebé : NO
Bicicletas : NO
Puntos peligrosos para los niños : Ninguno
Como llegamos : Desde Oviedo por la carretera AS-17, conocida como el Corredor del Nalón. Pasar por Langreo y en Pola de Laviana tomar la dirección del puerto de Tarna.
De dónde salimos : Tarna, junto al puente del río Nalón. El pueblo de Tarna es la última localidad antes de coronar el puerto.

Tarna
El panel informativo de la excursión a la cascada del Taballón de Mogallu está en la entrada del pueblo de Tarna, al lado del puente del río Nalón. La ruta está señalizada con las marcas blancas y amarillas del sendero de pequeño recorrido PR-AS-60 y sube por la empinada rampa del camino del cementerio. El tramo que recorre el hayedo del Monte Seperu hasta la cascada es de acceso restringido en determinadas épocas del año, según el riesgo de incendio o las temporadas de cría de algunas especies protegidas, por lo que antes de iniciar la marcha hasta el salto de agua de Redes conviene consultar la situación en las oficinas del parque.
El primer repecho es el mas duro, como ocurre con este tipo de caminos rurales, pués la mayor parte de los pueblos de montaña están rodeados de laderas escarpadas. A los pocos minutos de caminose pasa el cementerio y la vereda entra en una zona de pastos. Las empinadas parcelas están separadas mediante unos muros de piedra y tupidas hileras de abellanos silvestres entre enormes hayas. La exhuberancia de la vegetación apenas deja ver el fondo del valle entre los troncos de las viejas hayas, mientras que las copas de los árboles lo cubren todo con una acogedora penumbra. El primer kilómetro de la excursión se mantiene en una pendiente casi costante, pero no hay que perder el ánimo. Poco a poco se gana altura por el bosque de hayas y a 900 metros de la salida aparece el cruce de la majada de Terreros. En este punto sale un camino a la izquierda que sube al paraje del Llano del Toro, refugio de dos monumentales robles conocidos como los Rebollos del Llanu'l Toru. La visita a los dos venerables señores del mundo forestal de Redes supone añadir más de una hora a la excursión y una intensa subida hasta los árboles.
El itinerario principal deja el desvio de los árboles centenarios a la izquierda y continúa de frete por la pista principal. La ruta gana altitud, el camino pierde desnivel y entra en la espesura del hayedo del monte Saperu, refugio de urogallos, corzos y jabalies. A los dos kilómetros de Tarna la pista termina en una pequeña placita donde hay un banco y una fuente de agua fresca. Este es un buén lugar para tomar un respiro porque, de momento se terminan las cuestas, pero también los buenos caminos. La excursión avanza de frente por un sendero que sale de la placita y se interna en el hayedo. La vereda comienza superando varios repechos fáciles entre las raíces de las hayas y sale del bosque por unos claros poblados de acebos y helechos. Al fondo se pueden ver las praderas de la majada de La Campona enterrados en el anfiteatro geológico del circo del Taballón de Mongallu. Desde aquí la cascada también es visible con ayuda de prismáticos o si se tiene muy buena vista, pués si se visita por primera vez el monumento natural es difícil descubrir al primer vistazo y desde tan lejos el velo de espuma blanca del salto de agua.
El sendero desciende por los claros del bosque y entra en la majada de La Campona. Los pastos están abandonados y las cabañas en ruinas, pero en verano suben vacas a pastar en las inmediaciones de la cascada y el ambiente de montaña se anima con los rebaños de los pastores de Tarna. El descenso termina en el circo glaciar del Taballón de Mongaliu y el camino recorre las extensas camperas de hierba por la izquierda de unos muros de piedra. El centro de los prados -por cuya derecha discurre una calleja, camino tradicional entre dos muros de piedras, con el suelo de hierba- es el punto que conviene localizar adecuadamente para hacer el camino de vuelta por la hierba del Nalón sin desorientarse. De momento hay que continuar de frente por el sendero señalizado con marcas blancas y amarillas.

El sendero PR-AS-60 recorre las praderas de La Campona y atraviesa el arroyo de Mongallu, girando a la izquierda inmediatamente después por la empinada orilla del cauce sin entrar en los campos de pasto. Para acceder a la base de la cascada hay que subir unos metros por la orilla y volver a cruzar el arroyo hacia la izquierda, dejando el sendero que sigue de frente por la derecha del arroyo y del salto, tomando el rumbo del puerto de las Señales por la Sierra del Mongallu, señalizado con las marcas del sendero PR-AS-60.1. El tramo final hasta el velo de espuma es una subida corta por una incómoda pedrera de cuarcitas blancas muy sueltas y resbaladizas. Al pie de la cascada hay un panel informativo de los valores naturales y el interés geológico de la famosa cascada del Taballón de Mongallu.

La Campona
Después de merodear por el entorno de la cascada hay que bajar la cuesta de la pedrera, atravesar de nuevo dos veces el arroyo y llegar al centro de las praderas de la Campona. En los folletos de los senderos del parque está muy claro el desvío, incluso reflejan las ruinas de la majada con un cuadro rojo, pero sobre el terreno se puede dudar; pués no fácil descubrir a la primera el sendero del medio cubierto por una forma de hierba. Las referencias más claras, además de las coordenadas GPS, son los muros de piedra que marcan la entrada de la calleja, situados ahora a la izquierda del sendero según vamos de vuelta a Tarna; y las ruinas de la cabaña, que se ven tras el muro. En el caso de tener muchas dudas es mejor volver a Tarnapor le mismo camino y evitar complicaciones. El único tramo dudoso, al margen del anterior, es la salida del sendero principal hacia la izquierda, pero tampoco entraña mucha dificultad porque las paredes de piedra lo cercan. A los veinte metros del desvío se atraviesa una reguera poblada de jaras y matorrales y aparecen en el muro de la derecha las marcas de pintura blanca y amarilla del PR-AS-60.1, junto a un roble. El sendero continúa en la misma dirección y a los pocos minutos conecta con una vereda que sale a la pista que desciende por el hayedo del monte Saperu.

L'Amadiella
La bajada por el hayedo es larga pero entrenenida. El camino resulta cómodo y nos ofrece la opotunidad de disfrutar de la fauna de Redes. El bosque se extiende hasta las orillas del río Nalón y durante todo el descenso el paisaje es salvaje y agreste, apropiado para encontrarse con corzos, zorros, jabalies y otras especies que habitan en la frondosidad del bosque. La pista llega al río Nalón, atraviesa el cauce por un puente y sube a las ruinas de la aldea de L'Amadiella. En el cruce de las viejas cabañas hay que girar a la derecha, salir a la cuneta de la carretera y avanzar por ahí durante unos cien metros. Las marcas de pintura amarilla y blanca indican el punto donde hay que dejar el asfalto y entrar en una vereda que discurre paralela a la carretera. En varios tramos el sendero está cerrado por la vegetación y conviene llevar palos para romper las zarzas y los matorrales que tapan el camino, especialmente a finales de verano, cuando la maleza invade los senderos que no se utilizan regularmente.
Tarna
El camino pasa por las instalaciones de una depuradora, recorre las huertas de los vecinos de Tarna y termina en el punto de partida, a la entrada del pueblo.
Qúe podemos aprender.
Primeros auxilios
En este pequeño espacio no vamos a enseñar el boca a boca, ni a hacer torniquete o entablillar un brazo, ni siquiera vamos a hablar de los accidente graves que requieren la presencia de un médico o un especialista en primeros auxilios. Una buena guía de primeros auxilios o un manual básico de medicina de montaña trata a fondo el tema y no debe faltar nunca en la mochila de una familia senderista. En las excursiones por la montaña pueden terner lugar imprevistos o pequeños accidentes que desencadenen una lesión o una ligera complicación de salud. Quemaduras, insolaciones, picaduras, contusiones o calambres son algunos de los inconvenientes que pueden estropear un buén día en el monte. La mayoría de las veces están ocasionados por las eventualiades del medio ambiente. La lluvia, el sol, el frio, los insectos o una mala digestión provocan trastornos físicos que pueden tener solución sobre la marcha con un poco de prudencia, sentido común y un botiquín de primeros auxilios.
Las heridas superficiales se curan bien con agua y un poco de antiséptico. Hay que observar la parte dañada y extraer con unas pinzas todo aquello que pueda infectar la herida. Una exposición larga al sol puede provocar insolaciones: sube la temperatura corporal, baja el pulso y puede llegar a sangrar la nariz. Hay que poner al afectado a la sombra, salpicar el cuerpo, especialmente la cabeza, con agua fría y hacer que tome un baño si hay un rio cerca. Las quemaduras se tratan también con agua fría durante, al menos, un cuarto de hora; después se cubren con una gasa y una tela limpia; nunca se han de reventar las ampollas ni poner hielo sobre las quemaduras.
En caso de mordedura de serpiente o roedor no hay que aplicar ningún producto farmacéutico, solo lavar la herida con un poco de agua y tapar con una venda. Es muy importante identificar al animal que ha producido la herida para que el médico sepa el antídoto que se debe aplicar. Las picaduras mas peligrosas las producen los animales marinos: medusas, peces arañas, rayas, anémonas y especies similares. En la montaña es recomendable llevar amoníaco dentro del botiquín para tratar las picaduras de insectos. En el caso de abejas y avispas hay que saber si álguien de la familia tiene alergia a este tipo de insectos y añadir al botiquín el medicamento adecuado por si ataca un enjambre.
Los calambres se producen por cansancio, falta de forma física -sobreesfuerzo- o deshidratación corporal. Antes de llegar a una situación de absoluta fatiga hay que prevenir los calambres tomando agua con sales minerales, bebidas isotónicas y alimentos ricos en glucosa, así como conocer el límite físico personal. En una ruta por la montaña hay que contar siempre con el tramo de vuelta. Las ampollas son otra de las sorpresas que puede deparar una excursión. Es importante actuar antes de que la ampolla se reviente. En cuanto se note la rozadura hay que pinchar la bolsa con una aguja mojada en atiséptico, efectuando dos agujeros para que salga todo el líquido y la piel vuelva a pegarse. Existen apósitos especiales que se pegan sobre la ampolla y permiten terminar la excursión sin mas contratiempos.

Qúe mas visitar
Museo de la madera y la madreña
Situado en el pueblo de Veneros, es una casona del siglo XVI, alberga una interesante exposición donde observar los distintos tipos de madera utilizados para fabricar utensilios domésticos e instrumentos musicales al modo tradicional. El museo cuenta con una sala de audiovisuales, paneles divulgativos y colecciones de piezas originales. Horario de verano : 15 de Junio a 15 de Septiembre, martes a domingo de 12 a 14 y de 17 a 19. Horario de invierno: fines de semana de 12 a 14 y de 16 a 18. El resto del año visitas concertadas. Tlf. 985.60.80.97. En Veneros se puede ver también un hórreo del siglo XVI con adornos tallados.
Taller de la madreña
En la población de Pendones. Está dedicado al laborioso proceso artesanal de elaboración de la madreña, el calzado típico del medio rural del concejo de Caso y Sobrescobio. La exposición muestra la fabricación de las piezas desde los primeros pasos, cuando se corta a hachu la madera de haya en el menguante, siguiendo con un rebaje del papu, marcando la boca y la cumbrera mientras adquiera la forma adecuada, hasta los últimos retoques de los peales y el calcañu, taladrando la madreña para dejar la pieza lista para el alisado, acuchillado y ahumado. Los horarios y el teléfono de información son los mismos que los del Museo de la Madera de Veneros.
Datos prácticos
Dónde dormir
Hotel La Aldea Perdida. Prieres, 16. 33994 Prieres. Tlf. 985.62.82.79. Alojamiento rural en un tranquilo pueblo del concejo de Caso. Pertenece a la red Casonas Asturianas. Salón con chimenea y vistas a los paisajes de Redes. Habitaciónes con baño, teléfono y televisión.
Complejo Agroturístico Reciegos Reciegos, s/n. 33990 Campo de Caso. Tlf. 985.60.80.68. Instalado en una finca rodeada de espacios verdes. La actividad principal es la producción de queso casín. Las habitaciones tienen buenas vistas del valle del Nalón. En los espacios comunes hay slas de lectura, biblioteca y galerías acristaladas.
Apartamentos La Lastra. Avda. de la Lastra, s/n. 33990. Campo de Caso. Tlf. 985.60.80.84. Casona asturiana del siglo XVIII con jardines y sosiego por todos lados. Decoración con muebles de varias épocas.
Hotel La Plaza Plaza. del Ayuntamiento s/n. 33990, Campo de Caso. Tlf. 985.60.80.10. Céntrico y animado. Habitaciones acogedoras y bién equipadas. Decoración rústica. Restaurante de cocina típica asturiana.
Apartamentos Aldea Bezanes. Sobrecastiello. s/n 33996 Bezanes. Tlf. 985.61.38.13. Apartamentos individuales de 4 a 6 plazas en una finca ajardinada al pie de la montaña. Equipados con baño, cocina y chimenea.
Dónde Comer
La Bolera. Bezanes s/n.33996 Bezanes Tlf. 985.61.38.65. Cocina típica de la comarca. Pote asturiano, embutidos y cabrito. Postres caseros.
El Parador de Tarna. Ctra. General s/n.33997 Puerto de Tarna . Tlf. 985.61.37.96. Es el restaurante del hotel, situado a mayor altitud del parque de Redes. Cocina tradicional asturiana.
Casa Juaquin. Pendones s/n 33996, Pendones. Tlf 985.61.37.25.Cocina asturiana y platos de caza.Truchas del Nalón, jabalí estofado, fabes con jabalí y venado. Carta de sopas y postres caseros.
La Campa. Cruce s/n, 33990 Campo de Caso. Tlf. 985.60.80.69. Guisos caseros, carnes de vaca y caza y embutidos de la zona. Postres caseros.
Arnicio. La Huerta, s/n. 33990 Campo de Caso. Tlf. 985.60.80.69. Es el restaurante del hotel. Sopa de picadillo, embutidos, carnes de la zona y postres caseros.

Tarna, un pueblo nuevo
Tarna es el último pueblo del concejo de Caso antes de salvar el puerto de Tarna y entrar en las tierras leonesas de Valdeburón. El uniforme y llamativo trazado del pueblo se debe a la reconstrucción completa del lugar después de la guerra civil por el Servicio de Regiones Devastadas. La población original fué totalmente destruida en los bombardeos que tuvieron lugar durante los combates que enfrentaron en octubre de 1937 a las tropas republicanas de El Coritu y las brigadas navarras del general Muñoz Grandes. Las fuerzas nacionales rompieron la barrera republicana del frente cantábrico y consiguieron el control de la estrategica carretera de Tarna, accediendo en poco tiempo al la zona central de Asturias.

Redes, personalidad forestal
La mitad del territorio del parque natural está poblado por bosques autóctonos en buen estado de madurez y formaciones arboladas de diferentes especies cantábricas. Destacan los hayedos y los robledales de rebollo y roble albar. el abedul montano y el castaño, silvestre o formando parte de las zonas agrarias cercanas a los pueblos, son las especies que ocupan una décima parte de las superficie forestal de Redes desde que fueron introducidos, hace siglos, en los valles de la montaña cantábrica. En rincones preservados del ramoneo del ganado y que reúnen las condiciones favorables aparecen acebos y tejos. En las lindes de los prados y las zonas húmedas suelen crecer gencianas y narcisos.

Puertos de Tarna y las Señales
El puerto de Tarna es un paso histórico y estratégico que ya utilizaron los romanos para abrir una de las calzadas que atravesaban la Cordillera Cantábrica, convertida en camino real por los viajeros medievales que franqueaban la Cordillera camino de Villaviciosa y otras poblaciones de la costa. Una interesante ruta en coche sale de Tarna y asciende por la carretera que une los puertos de Tarna y las Señales, aprovechando las maravillosas vista del macizo Mampodre y las fuentes del Esla; continua el trayecto por el valioso pinar autóctono de Lillo y se completa con una parada en el pueblo de Lillo, con torre medieval, casonas señoriales y una fuente en la plaza que tiene fama de ser la mejor del valle.
Equipo
Manual de primeros auxilios, botiquín básico, navaja multiusos, cremas solares, sales minerales y mucha prudencia antes de afrontar el reto deportivo, así como tener en cuenta la capacidad de cada uno.
Actividades complementarias y juegos
1.- Observar las plantas acuáticas en el cauce del arroyo de Mongallu.
2.- Escuchar los cantos de las aves en el bosque.
3.- Descubrir huellas de animales durante la excursión
4.- Observar la distribución de los pastizales de la Campona en el paisaje de montaña.
5.- Dibujar en el cuaderno de campo las siluetas más curiosas y extrañas de las hayas.

lunes, 16 de febrero de 2009

Sierra del Sueve


Sierra del Sueva
Arrionda, Parres.
El macizo calcáreo del Sueve emerge junto al litoral asturiano y dibuja una soberbia franja de verdes montañas en los alterados paisajes de la costa central. La línea principal de cumbres está muy próxima al mar y atrae humedad en forma de nieblas y lluvia fina. El clima propio de la ladera, que tiene lugar en las sierras litorales por los cambios de temperatura del aire y el constante viento de las cumbres, permite a las montañas del Sueve conservar ecosistemas naturalesde notable singularidad. A pesar del elevado grado de deforestación, que se pone de manifiesto en todos los paisajes de la sierra, debido, principalmente, a la explotación ganadera de montaña, hay pequeños refugios de arbolado autóctono que son auténticas reliquias vegetales.
El selecto hayedo de la Viescona, entre las cumbres calcáreas del macizo principal y los relieves de cuarcitas del sector oriental, en el entorno de nuestra excursión, es el bosque de hayas asturiano ms cercano a la costa y el situado a menor altitud,a unos quinientos metros sobre el nivel del mar. La excursión propuesta es un agradable y sencillo paseo por ambas geografías del cordal del Fito, una pequeña cordillera de rocas blancas, rojas y negras recubiertas de bonitas camperas de hierba que hace de escalón entre el valle del río Sella y las cimas mas abruptas del Sueve, como el pico Pienzo, la Gavieta y Les Duermes.

Distancia : 6,8 Kilómetros
Agua : Fuente de Bustaco (puede estar seca en verano)
Desnivel positivo del ascenso : 120 metros
Tiempo : 2 horas y media
Principales formaciones : Pastos de montaña
Edad recomendable : A partir de los 5 años
Carritos de bebé : NO
Bicicletas: NO
Puntos peligrosos para los niños : ninguno


Cómo llegamos
Por la autovía del Cantábrico, la A-8. A la altura de Colunga tomar la AS-260 dirección Arriondas.
De donde Salimos
El punto de partida es el aparcamiento del alto del Puerto del Fito

Puerto del Fito
El principal punto de reunión de turistas, montañeros y excursionistas en la sierra del Sueve es el puerto del Fito. La mayor parte de las personas que paran en su pequeño estacionamiento se acercan también al famoso mirador, hacen fotos a los cuatro vientos, se pasan por la tienda de recuerdos turísticos o el bar y siguen la ruta en coche hacia Arriondas o la costa de Ribadesella , según el lado de la sierra que hayan elegido para bajar del Sueve. El ajetreo es interminable, pero siempre queda algún hueco donde aparcar y preparar la mochila, contemplando la silueta de las montañas de Covadonga, las playas de Caravia o el cabo de Lastres. La excursión es muy sencilla, el camino claro y apenas presenta desniveles notables. En el macuto hay que poner algo de comida, agua y un chubasquero. La humedad del Cantábrico asciende por las laderas del Sueve, se mezcla con el aire cálido del interior y es fácil que se produzcan tormentas o bancos de niebla. El primer repecho es el más duro de la excursión. La ruta comienza subiendo por la vereda señalizada que ascienda a la Peña de Poares, que es el cerro poblado de pinos situado enfrente del aparcamiento. En la cumbre de la colina están los restos de un antiguo refugio de cazadores que a veces sirve como puesto forestal. La subida es costosa pero corta y enseguida se conecta con la vereda que recorre la cuerda de la sierra y se dirige al pico Pienzo (1149 metros), señalizada con marcas blancas y amarillas del sendero de pequeño recorrido PR-AS-71. Las vistas de la costa son magníficas desde los primeros pasos. El camino recorre un camino de cuarcitas blancas y anaranjadas cubiertas de matorral de montaña y helecho. A un lado del sendero aparece una roca con una placa en memoria de Carlos Díaz Garcia, guarda mayor del Sueve hasta su muerte en 1.997. El desnivel es inapreciable hasta un collado donde surge un desvio a la izquierda. El camino principal se introdice poco a poco en la agradable geografía del Sueve sin salirse del eje central de la sierra. Existe una variante de esta ruta más atrevida y exigente que sigue directamente la cuerda, paralela al itinerario de la excursión, pero el firme es peor y los desniveles más altos. A partir del primer collado las vistas ofrecen una panorámica espléndida de la montañas que forman la cuenca del Sella, un tropel de formas macizas que se mezclan en la lejanía con los contundentes relieves de los Picos de Europa, dominados por la mole del Torrecerredo. El camino rodea la ladera del monte Bruño y llega a un nuevo collado delante de la colina del Canto de la Teya. En este lugar se tiene de nuevo la opción de seguir de frente por la cuerda de la montaña o decantarse por avanzar a media ladera por la vertiente norte de la derecha, siendo esta última opción mucho mas cómoda y sugerente. Al cambiar de vertiente tambien cambian las vistas. En el Canto de la Teya nace el arroyo del Sueve, que recoge el agua del hayedo de la Viescona, el mas importante de la sierra, y se lanza a las playas de La Isla y Colunga. La deforestación de la sierra es palpable y la ausencia de arbolado permite tener una visión completa del escenario de la excursión. Al doblar la ladera de la Teya aparecen al fondo las praderas de Bustaco, destino de la excursión. El paseo resulta muy grato durante este tramo, al atravesar un terreno de prados ganaderos, campos de tojos, helechos y matorral de montaña.

Praderas de Bustaco
La vereda de montaña conecta con un carril que sube de la carretera de Arriondas y sigue de frente por las extensas camperas de hierba hasta el acogedor collado de la majada de Bustaco, una bonita conjunción de colinas, manantiales de montaña y suaves laderas invadidas por rebaños de caballos y vacas. El sendero de pequeño recorrido atraviesa las praderas, pasa por la derecha de las ruinas de la majada y emprende el árduo ascenso al pico Pienzo, destino inexcusable de todos los montañeros que se internan en la sierra del Sueve. Nuestra excursión termina en el entorno de la vieja majada de Bustaco y dejamos la ascensión a los picos del Sueve a elección de cada uno. En la parte alta de las cabañas hay una fuente de agua fresca, en la que a menudo chapotean las vacas y en la que no es fácil coger agua, especialmente en los meses secos del verano. También hay otra fuente en el camino que desciende por el sur del collado al pueblo de Cofiño, pero está algo escondida y no es sencillo encontrar el caño. El pastoreo de la montaña es una tradición antiquísima en el Sueve que adquiere todo su protagonismo en las campas de Bustaco. La transformación de la cubierta forestal en terrenos de pasto ha originado un paisaje particular, estrechamente ligado a las costumbres del medio rural y a la explotación de los recursos naturales de la montaña. En estas zonas abiertas, ocupadas por el ganado y recursos naturales, es difícil ver fauna salvaje. En la reserva del Sueve habitan, sin embargo, zorros, jabalíes y una importante comunidad de gamos introducida a partir de los años sesenta del siglo XX, pero hay que adentrarse en el interior de los bosques, las cabeceras de los barrancos o manantiales para poder observar algún grupo de asustadizos gamos. El alimoche es el amo de los cielos del Sueve, recorre a sus anchas la sierra y con la ayuda de unos prismáticos se le puede ver sobrevolar las zonas despejadas en busca de alimento.
Puerto del Fito
El regreso al puerto del Fito se lleva por el mismo camino
Qué podemos aprender
Trampas para insectos
Los insectos forma, dentro de todos los grupos de animales, la familia mas numerosa, con mas de 800.000 especies descritas y muchas mas por clasificar. Hay unas 5.000 especies de libélulas, 20.000 de saltamontes, 170.000 de mariposas y polillas, 120.000 de moscas, 82.000 de chinches, 350.000 de escarabajos y 110.000 de abejas, avispas y hormigas. Existen insectos en casi todos los ecosistemas del planeta. Los artrópodos terrestres -ciempiés, escorpiones y arañas- se confunden a menudo con insectos porque tienen estructuras corporales similares, pero no lo son.
La excursión del Sueve es corta, cómoda y representa una buena oportunidad para convertirse en aprendiz de entomólogo y jugar a cazar insectos. Una cosa es observar los bichitos del campo con la lupa o ver revolotear moscas y mariposillas alrededor del ganado de montaña, y otra capturar ejemplares de buenas condiciones para observar en casa su constitución al microscopio o formar parte de una colección. Hay varios métodos caseros para atraer a los insectos. La trampa mas sencilla para capturar insectos nocturnos es meter una linternar encendida pequeña dentro de un bote y a los pocos minutos estará lleno de insectos de varios tipos. Se cierra con la tapa hermética, para que mueran enseguida sin dañarse las alas y sean, asi, perfectamente visibles al microscopio. Existe una trampa especial para insectos del ganado, muy habituales en los rebaños de las praderas de Bustaco. Es una esfera negra o roja, suspendida de una cuerda, con excrementos de vaca o caballo en el interior. En la parte superior de la bola se abre un vértice en forma de cono, de manera que los bichos puedan entrar pero de ninguna manera salir. Una trampa original para atrapar coleópteros es una bandeja de color amarillo llena de agua situada a un metro por encima del nivel del suelo. Los insectos que se desplazan por las corrientes de aire quedan absolutamente ipnotizados por el color amarillo y caen al agua y, si añadimos un poco de detergente o jabón al agua será mas eficaz. Un entretenimiento frecuente para los chavales del campo es capturar saltamontes, situarlos en línea de salida y ver cual salta mas lejos. El transporte de los insectos hasta casa debe realizarse con cuidado para no dañar las capturas, especialmente cuando se trata de libélulas, mariposas y otros ejemplares con partes muy frágiles. El algodón es un buen protector para evitar golpes. Los insectos se conservan en seco, clavados en planchas de corcho dentro de cajas de cartón. Es importante utilizar alfileres entomológicos: los alfileres de costura se oxidan y con el tiempo estropean los ejemplares. También conviene meter dentro de las cajas un antiparásitos, como naftalina o ampollas de sauvinet.
En la captura de insectos es conveniente no utilizar redes suspendidas en el aire porque atrapan grandes cantidades de organismos de todo tipo y alteran los ecosistemas. El estudio de los insectos es una ciencia que por encima de todo debe buscar conocimiento sin dañar el medio ambiente.

Concejo de Parres
Arriondas es la capital del concejo de Parres y la población mas conocida de la zona por ser el punto de partida del popular descenso del río Sella y albergar el mayor número de empresas dedicadas a organizar la travesía.
Además de alquilar una piragua y bajar el Sella en familia se puede dar una vuelta por los pueblos del concejo de Parres y ver interesantes muestras de arquitectura popular, arte y patrimonio monumental. Las mejores viviendas de indianos se pueden ver en Arriondas y Fios. En Bada se encuentra La Casona, un edificio barroco y renacentista del siglo XVI. Cofiño, tiene en la iglesia de San Miguel una bonita muestra del románico asturiano de los siglos XII y XIII. En Llames de Parres se halla la capilla de San Martín de Escoto, el monumento más importante del concejo; muestra dos portadas renacentistas del siglo XVI con capiteles románicos del siglo XII y pinturas murales del siglo XVI. En Nevares merece la pena ver la torre y el palacio, un interesante edificio barroco del siglo XVI.
Datos prácticos
Dónde dormir
Posada del Valle Collía s/n. 33549 Collía.
Tlf. 985.84.11.57. Casona asturiana de finales del siglo XIX restaurada en piedra y madera. Salón con chimenea y sala de lectura. Finca particular con vistas a los Picos de Europa. Desayunos con productos artesanales y panes caseros.
Hotel Caravia Prado s/n 33344 Caravia Alta. Tlf. 985.85.31.29. Situado en la costa, al pie de la sierra del Sueve. Habitaciones con baño, televisión y calefacción. Restaurante de cocina asturiana.
Casa de aldea Los Duesos. Duesos s/n. 33344 Caravia. Tlf. 646.87.08.60. Casona asturiana rehabilitada en un bonito pueblo al pie del Sueve, cerca de la playa de la Espasa. Decoración tradicional en piedra y madera. Cocina asturiana.
Casa de aldea La Forquita. Pumarín s/n. 33344. Caravia. Tlf. 985.85.31.21. Casona del siglo XVIII restaurada, cerca de la playa de Morís. Jardín y vistas de la sierra. Algunas habitaciones están abuhardilladas y dos de las siete con las que cuenta la casa comparten cuarto de baño.
Dónde comer
El Submarino. Nicanor Piñole s/n. 33540 Arriondas. Tlf. 985.54.00.75. Cocina típica asturiana. Cachopos, tortos de maíz,ensaladas y postres caseros.
Sidrería Mirador.La Peruyal,1 33540. Arriondas. Tlf. 985.84.04.11. Fabada, pote asturiano, arroz con almejas, pescados a la plancha, embutidos y quesos asturianos.
El Rincón del Castañu. Ramón del Valle,3. 33540, Arriondas. Tlf. 985.84.16.74. Cocina casera, tapas, mariscos, carnes y postres caseros.
Tasca y Maya. La Peruyal, 10. 33540, Arriondas. Tlf. 649.99.12.55 Vinos del país,tablas de embutidos, tostas y ensaladas con quesos asturianos.

Mirador del Fito
Su privilegiada situación en el centro de Asturias, muy cerca del litoral, con buenas vistas de la costa de Ribadesella, Colunga y Villaviciosa, los valles del interior, los Picos de Europa y las crestas de la Cordillera Cantábrica, convierten al Fitu en una visita obligada en la ruta de cualquier viajero que recorra el centro y el oriente del Principado. La pequeña y concurrida plataforma del mirador está suspendida en un paisaje verde y azul, de mar, cielo, y montaña. El balcón panorámico más célebre y fotografiado de Asturias es una escalinata de hormigón inclinada sobre los profundos valles de la cuenca baja del Sella, una aérea y atrevida ventana a la naturaleza asturiana considerada el mirador mas bonito de Asturias.

Los asturcones del Sueve
En la sierra del Sueve crían desde hace más de dos mil años los famosos caballos asturcones, de origen celta y considerados una de las razas mas puras del mundo. Pequeños y ágiles en la montaña, de constitución fuerte y pelaje oscuro, los ponis asturcones eran muy apreciados por los guerreros de la antigüedad. La fama de los caballos del Sueve traspasó fronteras y fueron exportados a otros lugares de Europa, incluidos los Alpes. En los años 70 del siglo pasado estuvieron a punto de desaparecer, pero un grupo de criadores locales se ha encargado de recuperarlos. En el mes de agosto se celebra en la majada de Espineres, en el collado de la Llama, la fiesta del Asturcón, declarada de interés turístico regional, donde se marcan a fuego los potros con la inicial del propietario y se organizan exhibiciones de doma de ejemplares adultos.
Equipo
Guía de entomología, botecitos pequeños de cristal con tapa hermética, pinzas, lupa y un microscopio casero.
Actividades complementarias
1.- Intentar el ascenso al pico Pienzo.
2.- Recolectar setas en temporada.
3.- observar los cambios en la cubierta forestal entre las dos vertientes de la sierra.
4.- Descender el rio Sella en canoa.
5.- Recolectar plantas aromáticas en las laderas de la sierra.

martes, 10 de febrero de 2009

Ruta de la Reconquista


Al final de la primavera se derrite la nieve de las montañas de Covadonga y los pastores del concejo de Onís suben los rebaños a los pastos de las majadas de altura, en las zonas más inhóspitas y salvajes de los Picos de Europa, abriendo las puertas de los invernales situados en la media montaña para afrontar otra temporada, desentumeciendo las cabañas del letargo invernal y llenando de vacas, caballos y ovejas las camperas de hierba. Los alrededores de los famosos lagos de Covadonga son un escenario ideal para conocer la vida rural que ofrece cada año en los poblados pastoriles, volcados en el cuidado de los rebaños, la maduración del queso y los arreglos estacionales de las majadas. La pintoresca majada de Belbín está formada por un grupo de cabañas en uso ubicadas en una de las rutas con mas historia del Macizo Occidental de los Picos de Europa. Las aldeas ganaderas de Belbín, Las Bobias, El Mosquital, La Cueva y Las Reblagas, todas en la montaña de Covadonga, tenían población estable durante todo el año y eran un paso fundamental en el movimiento de animales, mercancías y personas que transitaban por la ruta de Vega Comeya, Vega Maor, Ostón, Culiembro y Bulnes, atravesando el desfiladero del Cares, conocida en la actualidad como Ruta de la Reconquista por ser el camino utilizado por el derrotado ejército musulmán después de la batalla de Covadonga.
Distancia : 7 kilómetros
Agua : Majada de Belbín
Desnivel positivo de ascenso : 400 metros
Tiempo : 4 horas y media
Principales formaciones : Pastizal de montaña
Edad recomendable : A partir de 8 años
Carritos de bebe : NO
Bicicletas : NO
Puntos peligrosos para los niños : Ninguno

Cómo llegamos
En Cangas de Onís se toma la carretera As-114, dirección Arenas de Cabrales. En la rotonda de Soto de Cangas se gira a la derecha en dirección al santuario de Covadonga, donde comienza la carretera que sube a los lagos. A la altura del lago Enol se deja a la izquierda la entrada del aparcamiento de Buferrea y se sube al del lago Ercina, al final del tramo asfaltado.
De dónde salimos
Aparcamiento del lago Ercina. El acceso a los lagos de Covadonga está restringido en verano. Cuando se llenan los aparcamientos de arriba se sube en autocar desde Covadonga.
Lago de la Ercina
La mayor parte de las personas que visitan Covadonga y ascienden por la famosa carretera de la Vuelta Ciclista, se acercan a los lagos de montaña y caminan por las bellas praderas de los alrededores, contemplado de lejos las formaciones calcáreas, los bosques, las majadas y las cumbres de los Picos. El entorno de Covadonga reúne masas forestales de hayedo, cuencas lacustres de origen glaciar, vegas ganaderas y majadas pastoriles que mantienen las actividades tradicionales en un macizo montañoso donde la naturaleza fluye en estado puro, lejos del uso indiscriminado y el deterioro de los recursos del medio ambiente al que se ven sometidas otras zonas de la montaña cantábrica. La ruta elegida transita por el entorno natural del primer parque nacional declarado de España, en 1916, que incluía exclusivamente las cumbres del Macizo Occidental de los Picos de Europa, entre las provincias de Asturias y León. En 1995, después de 78 años velando por el equilibrio racional de los usos tradicionales y la protección del medio ambiente, desapareció el histórico Parque Nacional de la Montaña de Covadonga y surgió un nuevo territorio , con idéntica catalogación, que acoge los tres macizos de Picos de Europa, otros sectores geológicos de la Cordillera Cantábrica y varias comunidades forestales de la vertiente meridional en las comarcas leonesas de Sajambre y Valdeón, así como el valle cántabro del río Deva. Uno de los aspectos mas interesantes del recorrido es la presencia de numerosas cabañas de piedra y abundante ganado pastando a sus anchas por las extensas praderas. El itinerario no es extremadamente largo ni la orientación es complicada, pero tiene una subida larga y dura desde Vega Comeya al collado de Cantón por un sendero de montaña. El aspectos más importante que se debe tener en cuenta antes de emprender la excursión con niños es la posibilidad de un cambio repentino de tiempo o la aparición de nieblas, que es el peor acontecimiento meteorológico que puede suceder en los Picos de Europa, dada la complejidad de la morfología. El frío y la lluvia se superan utilizando vestuario adecuado, pero las encainadas asturianas se tragan completamente las montañas y es muy difícil seguir cualquier ruta. Los excursionistas novatos suelen sufrir crísis de pánico cuando las nieblas atrapan el paisaje y comienzan a equivocarse en la elección del camino, llegando incluso a perderse o experimentar sensación de peligro. El recorrido, con paradas, puede llevar medio día a ritmo de los niños, y la montaña de Covadonga es un territorio imprevisible. En esta ruta, más que en cualquier otra de la guía, conviene ser prudentes, preguntar por las previsiones climatológicas a los guardas del parque en el Centro de Visitantes y tener experiencia en las caminatas por montaña. La excursión parte del lago Ercina, que es una esplanada pedregosa en medio de las praderas que rodean las orillas del lago. A un lado hay un restaurante que ofrece un menú de platos típicos. La excursión comienza por el lado contrario al bar y entra en la pasarela de madera que baja a los restos de la mina de Buferrea. En la entrada de las escaleras hay marcas amarillas y blancas de los senderos del parque. El extraño paisaje de las minas es un escenario singular. El laberinto de pináculos, cárcavas y galerías se ha convertido en un parque temático de la minería en los Picos de Europa. El camino está muy bien acondicionado y ambientado con vagonetas, esculuras, paneles ilustrativos y parte de la maquinaria utilizada desde 1877 hasta 1933, cuando se cerró definitivamente la explotación. En la plaza principal se atraviesa el túnel de una vieja galería para acceder a los jardines de un sendero botánico y un edificio que alberga una maqueta del parque nacional. La ruta atraviesa la pista del mirador del Príncipe y baja al Centro de Interpretación, visita amena e imprescindible para acercarse a los valores naturales, históricos y culturales de la montaña de Covadonga y los Picos de Europa.

Senda Frassinelli
La primera parte del recorrido ha consistido en visitar los diferentes atractivos del parque nacional, pero en este punto comienza la excursión senderista. En el jardín del Centro de Visitantes se toma una pasarela de madera que se dirige al aparcamiento de Buferrea y, antes de llegar, se gira a la derecha por un camino indicado como Senda de Frassinelli, en honor al ilustre arquitecto, naturalista y dibujante que fijó su residencia en Corao y participó en el proyecto de construcción de la basílica de Covadonga. La senda dibuja dos curvas en la ladera y entra en el túnel de El Escaleru. En la entrada de la garganta se pueden observar restos de los postes que sostenían la maquinaria para transportar el mineral. El paso es oscuro pero no se necesita linterna. Después se atraviesa una cueva natural por una pasarela con barandilla de madera y aparece el espectacular escenario de Vega Comeya.

Vega Comeya
La ruta sale de la cueva del El Escaleru y gira a la derecha para evitar los cortados de la boca del desfiladero, donde hay una encrucijada de senderos. El camino de la izquierda baja a la vega y se dirige directamente al centro de la enorme hondonada del valle, donde hay restos de los edificios y las infraestructuras de las minas. Nosotros seguimos de frente, a los pies de la montaña por una senda estrecha que pasa por la derecha de las ruinas. En este tramo la hierba y los matorrales son altos y tupidos y tapan el camino en varios tramos. A finales de primavera la nieve que cubre Vega Comeya durante el invierno desaparece y las praderas se llenan de rebaños de caballos y vacas. Los niños correran para todos lados detrás de los potrillos e intentaran hacerse fotos cerca de algún animal. En el caso de apartarse del sendero, que es muy fácil, se desciende sin complicaciones por la alfombra de hierba de las colinas sin cambiar de dirección -este- hasta llegar a la parte más baja de la vega, donde hay un cartel de Vega Comeya. En este punto hay que mantener dirección este y entrar en el valle de las Lampazas, afrontando el tramo más duro de la ruta. El camino está señalizado con marcas rojas y blancas de la Ruta de la Reconquista, GR-202, y sube por un territorio muy húmedo con turbas de barro en la primera parte. A medio camino el valle se abre y el camino se bifurca. Nuestro itinerario sigue subiendo por el sendero de la derecha. La mejor referencia es el enorme monolito aislado del Catón del Texeu, un impresionante torreón de piedra en la parte alta del valle, que habremos de rebasar por la derecha.

Collado del Cantón
El sendero el último tramo por una zona de praderas empinadas y atraviesa la brecha del Colladín del Cantón, baja a un prado y gira a la izquierda, alcanzando al fin el escondido collado del Cantón. El magnífico empedrado del antiguo camino de montaña es un hito de la historia que ha cincelado la cultura tradicional de los pueblos que han habitado en las vegas pastoriles de los Picos de Europa. La ruta desciende por las losas de piedra y entra en la Vega de las Mantecas, otra maravillosa isla verde en medio de un océano de picos grises y crestas calcáreas. El camino coincide con el sendero de gran recorrido GR-202, de la Ruta de la Reconquista, y el sendero del parque PR-PN-8.

Collado de Belbín
En la salida de la Vega de las Mantecas el camino sube al collado de Belbín, donde aparece un cruce con postes de los senderos de montaña. La ruta de la huida de los árabes continúa de frente hacia Vega Maor y el Cares. Nuestra excursión gira a la derecha, rodea el hombro de un monte cubierto de matorral y entra en la majada de Belbín. La mayor parte de las cabañas están destinadas a madurar queso de Gamonedo, otras son refugio y vivienda temporal de los pastores durante el verano y también hay varias con pequeños paneles solares. La aldea de Belbín es un pintoresco reducto de cultura popular, tradiciones y vida pastoril. La excursión atraviesa la majada y sigue por la pista que sube al collado del Mosquital.

Lago de la Ercina
El camino recorre la vega del Mosquital y, al final de la subida, donde la pista traza una curva muy cerrada a la derecha, se abandona la pista por la izquierda para atravesar el enorme collado que separa la vega del Mosquital del lago Ercina, bajando al aparcamiento por la falda del monte. En el caso de seguir por la pista sin tomar el desvío se llegará al mirador del Príncipe y al Centro de Visitantes.

Que podemos aprender
Un relieve que supere los 600 metros de altura sobre el nivel del mar es considerado una montaña. Las montañas se agrupan siempre en macizos, sierras o cordilleras, excecpción de los volcanes, que suelen aparecer aislados y solitarios en cualquier paisaje. Los Picos de Europa son escarpados y agrestes, aparentemente inaccesibles, sobre todo cuando se camina por las laderas de un valle glaciar como el Duje y se observan las cumbres de cerca. En cambio, las cimas grises y desnudas de los universales Picos de Europa son muy jóvenes y todavia están creciendo. En el lugar que ahora ocupan existía un mar primitivo que, al retirarse, dejó al descubierto el fondo marino. Las dos orillas de aquel mar remoto comenzaron a juntarse, deformando el terreno y cambiando completamente la superficie del suelo. Las partes duras se deslizaron sobre las tierras blandas, al mismo tiempo que se elevaban, dando lugar a las primeras cordilleras. El agua de la lluvia y el hielo de las glaciaciones terminaron de modelar la apariencia definitiva de las montañas actuales. El Himalaya es otra de las cordilleras jóvenes del planeta que todavía está creciendo. 90 de las 100 montañas mas altas del mundo, cuya altitud supera los 7.300 metros, están en el Himalaya, que se eleva a un ritmo de 2 metros cada mil años. Los montañeros tienen dificultades para respirar en las cumbres de las montañas por la falta de oxígeno. El oxígeno es muy pesado y cae hacia la corteza terrestre, donde es abundante y rico. A partir de los 6000 metros de altura es casi imposible respirar sin ayuda de botellas de oxígeno, salvo para los alpinistas, acostumbrados a la actividad deportiva en grandes alturas.El tramo de la excursión mas espectacular para comprender y sentir de cerca la grandeza de las montañas es el paso por el collado del Cantón, al pie del monolito gigante del Cantón del Texeu, entrada natural a la bella majada de Las Mantecas, un mundo de geografía viva en contínua transformación, sometido a la erosión de la lluvia y al cincel del hielo. Los relieves despliegan aristas, agujas, collados, crestas y canales conquistados por los pastores de Onís hace siglos, cuando la vida en las montañas era activa y permanente.

Que más visitar
Covadonga
Alfonso I fundó una capilla en el año 740 en la Cova Dominica -en el mismo lugar donde, según la tradición, se produjo la intervención mariana que ayudó a los cristianos a derrotar al ejército árabe en el año 772-, instalándose en el lugar una comunidad de doce monjes benedictinos. La Colegiata de San Fernando se fundó en el siglo XVI y en 1635 se creó un colegio de agustinos. El primer proyecto de la basílica fue dibujado por R. Frassinelli en 1874, pero hasta 1901 no se levantó el hermoso edificio que puede contemplarse en la actualidad. La Cueva Santa es uno de los rincones mas venerados en el entorno de Covadonga.

Cangas de Onís
El monumento más visitado y fotofrafiado de la antigua Canica romana es el célebre puente del río Sella, llamado romano, aunque se levantó alrededor del siglo XIII y en estílo gótico. La capilla de La Santa Cruz es otro monumento emblemático de la villa. Está en el barrio de Contraquil y fue ordenada construir por el obispo Astenio, en el año 437, sobre los restos de un dolmen instalado en el lugar hace unos 5000 años, con unas inscripciones que los especialista no consiguen descifrar. La capilla albergó la cruz de madera que Pelayo portó como insignia en la batalla del monte Auseva contra los árabes y que se convirtió en Cruz de la Victoria al ser recubierta de oro y piedras preciosas.

Datos prácticos
Dónde dormir
Hotel Puente Romano. Puente Romano, s/n 33550 Cangas de Onís. Tlf. 985.84.93.39. Palacete del siglo XIX en las afueras de la villa, cerca del puente del Sella.
Hotel La Salmonera. Ctra. del Pontón N-625. km 2 33550 Cangas de Onís Tlf. 985.84.92.13. Antiguo caserón restaurado en 1990 en las afueras de la población. Equipamiento completo y restaurante de cocina regional.
Hotel Piloña. San Pelayo, 19 33550. Cangas de Onís. Tlf. 985.84.80.00. Habitaciones confortables con teléfono, televisión, y calefacción. Restaurante individual.
Hotel la Ablaneda. Ctra. de Covadonga s/n. 33589 Soto de Cangas. Tlf. 985.94.02.45. Casona típica del valle decorada con forja y madera. Restaurante de cocina regional.
Dónde comer
Hospedería del Peregrino. Real Sitio de Covadonga s/m, 33589, Covadonga. Tlf. 985.84.60.47. Fabada asturiana, merluza a la cazuela, pollo de aldea y postres caseros.
El Llagar. Av. de Covadonga, 20. 33550 Cangas de Onís. Tlf. 985.84.80.12. Fabada asturiana, poste asturiano y cebollas rellenas.
Los Arcos. Av. de Covadonga, 17. 33550 Cangas de Onís. Tlf. 985.84.92.77. Ensalada de caballa con pisto, manos de cerdo rellenas de carrilleras y rape con arroz.
El polesu. Angel Táramo,3. 33550 Cangas de Onís. Tlf. 985.84.92.48. Fritos de bacalao, tortilla de sardinas y casquería. Postres caseros
Sifonería. San Pelayo, 28. 33550 Cangas de Onís. Tlf. 985.84.90.55. Antigua sifonería del siglo XIX convertida en mesón y restaurante. Cocina regional, quesos y conservas.

Minas de Buferrera
Los romanos fueron los primeros en explotar masivamente las riquezas minerales de los Picos de Europa, el antiguo monte Vindio, del que las primitivas tribus celtas dijeron que "antes subirían las olas del mar que las huestes de Roma". La explotación de Buferrera era mixta, alternando la extracción a cielo abierto con la excavación de galerías con idéntico fin. El sistema para arrancar el mineral en ambos casos era bastante simple y consistía en rebajar el suelo a base de pico y pala, lavando después la tierra con el agua del lago de la Ercina, para dejar a la vista el material buscado. El resultado es un paisaje d pináculos, depresiones, cavidades y curiosos pasadizos.
Caprichos de la geología
La geografía de los Picos de Europa presenta un paisaje geológico complejo y particular, un llamativo sistema de distribución de zonas de pastizal en el límite superior de las masas forestales, sobre los valles fluviales. Las enormes acumulaciones de rocas calizas, que fueron amontonadas durante las últimas etapas glaciares en la media y alta montaña, han sido afectadas por los fenómenos erosivos y la estabilización de la superficie del terreno, permitiendo a los materiales de aluvión, arrastrados por el agua de la lluvia y el hielo, rellenar y enriquecer el antiguo suelo calcáreo de alginos sectores de los Picos, dando lugar a pequeñas islas de pasto rodeadas de grandes extensiones de matolrral, hayedos y murallas de piedra.

Acónito azul
El acónito azul es un planta muy bonita y bastante frecuente en el paisaje de la media montaña de los Picos, asociada a las zonas de pasto o a suelos que han sufrido una fuerte deforestación pero mantienen un alto grado de humedad. El tallo es largo y las flores de color azul violáceo. Los pastores llaman a la planta "matalobos", por su toxicidad. El acónito produce un alcaloide tóxico llamado acontina, considerado uno de los venenos mas potentes que se conocen. Aunque se usa en medicina como antineurálgico, una dosis de un miligramo es suficiente para terminar con la vida de un adulto. Surge en pequeños grupos cerca de otras plantas venenosas como el eléboro o el beleño negro.

Ruta de la ReconquistaEn el año 722 el emir árabe Alkama envió un ejército de cien mil musulmanes a la montaña de Covadonga con intención de terminar definitivamente con las revueltas de los cristianos rebeldes, refugiados en el monte Auseva bajo las órdenes de un insurrecto incorregible llamado Pelayo. Los astures, embriagados del valor infundido por la aparación de la Virgen en la Santa Cueva, se defendieron de los árabes lanzando piedras y troncos desde las cumbres de los montes. El ejército sarraceno sufrió una importante derrota y terminó huyendo por los lagos de Covango, el Cares, Bulnes y Áliva, con intención de atravesar la cordillera Cantábrica, para sucumbir poco a poco en las canales, barrancos, jous y collados de los Picos. La Ruta de la Reconquista, señalizada con las marcas del sendero GR-202, sigue el trazado de aquella trágica retirada.

Refugio de anfibios
Situada a 1.108 metros sobre el nivel del mar,la cuenca glaciar del lago de la Ercina se encuentra en clara regresión debido al rebase de la cubeta donde se remansan las aguas procedentes de la lluvia y el deshielo del sector occidental del Cornión. La escasa profundidad, que apenas sobrepasa los dos metros en la parte mas honda, y el carácter pantanoso debido, precisamente, al mencionado retroceso del lago, constituye un entorno ideal para la proliferación de anfibios, como el tritón alpino, o el sapo partero. También es un buen lugar para observar diversas aves acuáticas, como el ánade real o la focha común, y peces como la tenca y la trucha arco iris.
Equipo
Cuaderno de campo para dibujar las cabañas pastoriles y los paisajes de montaña.
Actividades
1.- Buscar anfibios en la orilla del lago Ercina y, sobre todo, en las tuberas de Vega Comeya, refugio natural de salamandras y tritones.
2.- Observar las flores y plantas que crecen en las praderas de Vega Comeya con ayuda de una guía de botánica, intentando distinguir las venenosas, las carnívoras y las inofensivas.
3.- Visitar las cuevas de maduración del queso Gamonedo en Belbín.
4.- Tomar notas sobre geología en el Centro de Visitantes y tratar de interpretar después con ellas el paisaje durante la excursión.