viernes, 30 de octubre de 2009

Pinturas rupestres de Fresnedo (Fresnedo, Teverga)



Posiblemente, la ruta de las pinturas rupestres de Fresnedo puede provocar reticencias por el hecho de estar incluida en una guía de excursiones con niños. Sin duda, el acceso al abrigo de Conchatoria es peligroso y es un lugar por el que no deberían bajar niños ni adultos con vértigo. No obstante, a lo largo del itinerario se visitan sin grandes complicaciones, a excepción del desnivel de la ladera, otros tres abrigos naturales con pinturas y merece la pena que los niños conozcan las huellas que dejaron en las rocas los habitantes prehistóricos de la zona. El camino de vuelta es largo y atraviesa un barranco que quizá tenga algunos tramos embarrados, pero se puede acortar regresando al punto de partida por el camino mas corto. La excursión es entrenenida y difícil por el tipo de terreno, muy aéreo y escarpado, pero se puede completar en emnos de cuatro horas siguiendo las recomendaciones que damos para no entrar en las zonas más expuestas. Como primera precaución se debe evitar hacer la ruta con niebla o lluvia, pues las rocas calizas resbalan mucho cuando están mojadas y cualquiera se puede torcer un tobillo o golpearse al caer. Conviene también que alguien del grupo tenga experiencia en seguir senderos de montaña de pequeño recorrido señalizados con las populares marcas de pintura blanca y amarilla. El entretenimiento de la primera parte de la excursión puede consistir en buscar las señales pintadas en las piedras grises de la ladera de la montaña.

Distancia : 6,2 kilómetros
Agua : No hay
Desnivel positivo de ascenso : 290 metros
Tiempo : 3 horas y media
Principales formaciones : Terreno rocoso
Edad recomendable : A partir de siete años
Carritos de bebé : No
Bicicletas : No
Puntos peligrosos para los niños : Acceso al abrigo de Cochantoria

Como llegamos
Desde Oviedo por la N-634 dirección Grado hasta Trubia, girar a la izquierda por el valle del río Trubia, pasar Proaza y Caranga girar a la derecha por el valle de Teverga. Pasar Entrago y seguir hasta el cruce de Fresnedo.

De dónde salimos


Aparacamiento en la carretera de acceso a Fresnedo

Por dónde vamos

Carretera de Fresnedo

El punto de partida de la excursión es un pequeño aparcamiento en batería en la carretera que sube al pueblo de Fresnedo. Dadas sus dimensiones será conveniente aprovechar bién el espacio cuando haya varios coches. A un lado del aparcamiento, junto a unas masas de madera, está el cartel explicativo de las rutas de las pinturas rupestres, señalizado como PR-AS-158, donde se recogen detalles de cada abrigo. En esta ruta hay que prestar mucha atención a las marcas amarillas y blancas pintadas en las rocas de la montaña y a los postes del sendero que están clavados en lugares estratégicos; el firme del suelo es un completo desorden de rocas calizas y hay zonas donde el trazado es impreciso y la única manera de guiarse es por las señales. El sendero está muy claro en el primer tramo de la subida y sirve para entrar en calor y adaptarse al tipo de relieve por el que discurre la escursión. Los abrigos de Fresnedo están colgados de la empinada ladera rocosa del desfiladero de la Estrechura, una hoz angosta tallada por el río Teverga. El camino de las pinturas parace suspendido en el vacío de la garganta, provocando una falsa sensación de vértigo. A los pocos minutos de caminata el cuerpo se calienta, la mente se relaja y los pensamientos se concentran en seguir las marcas del sendero, disfrutando con los cinco sentidos del maravilloso paisaje de las montañas y los bosques teverganos.

Las pinturas rupestres de Fresnedo




Las pinturas de los abrigos naturales de Fresnedo fueron descubiertas en 1968 y albergan una interesante muestra del arte rupestre, representaciones esquemáticas que datan de finales de la edad del bronce y principios de la edad del hierro. En total se han catalogado más de 50 figuras y numerosas marcas indefinibles. El complicado acceso y las escasas condiciones de habitabilidad que ofrecen los abrigos, lejos de las fuentes de agua y los pastos, hacen pensar que eran puestos de vigilancia o lugares de avistamiento de caza. Los cinco abrigos tienen unas vistas magníficas de los bosques que cubren la cuenca alta del río Teverga.

Abrigo de Cochantoria

El sendero sube comodamente hasta el poste que marca el desvío al abrigo de Cochantoria. Se accede a las pinturas a través de una roca inclinada de unos tres metros expuesta al vacío. El paso está asegurado con una cuerda anclada a la pared pero la sensación de inseguridad puede afectar a los niños, por lo que no conviene bajarlos; también los adultos desacostumbrados a este tipo de experiencias pueden sentir miedo. En cualquier caso se ha de bajar con cuidado y procurando que el descenso sea seguro. El principal peligro, al que ya hemos aludido, es moverse por este tipo de suelos calizos cuando están mojados y resbaladizos.

El Abrigo de Conchatoria es el único que conserva las pinturas en el techo. Los dibujos están protegidos por una malla metálica, como el resto de las pinturas descubiertas en las covachas naturales de Fresnedo. Los especialistas han descubierto en la bóveda de piedra 21 figuras de diferentes tipos. Las representaciones mas abundantes son los grupos de puntos y figuras en V. También se adivina una figura humana de tipo golondrina y varios trazos que pueden ser cabras, diseñadas con líneas toscas pareadas que pueden ser las patas o los cuernos y un trazo grueso para el cuerpo. Los científicos utilizan técnicas especiales para descubrir las pinturas, mientras que los excursionistas nos tenemos que conformar con adivinar las figuras de trazos marcados.



Cruce de sendas

El siguiente tramo del camino se complica. Las marcas blancas y amarillas aparecen cada diez metros y son imprescindibles para subir por la ladera de la montaña. La ruta se mantiene siempre en la misma dirección y por la misma vertiente, y son apenas 500 metros de distancia los que hay que hacer para llegar al siguiente poste del sendero. La mejor actitud es ser paciente, caminar sin prisas y disfrutar del entorno, para cuando surjan dudas y buscar la siguiente señal; seguro que es un níño quien la descubre primero. La ruta salva la zona más escarpada y llega a un cruce de senderos, marcado con un poste del PR-AS-158.El camino de la izquierda lleva a Fresnedo y es el que habremos de tomar para emprender la vuelta. Para llegar al resto de los abrigos hay que girar a la derecha y seguir las indicaciones. Este cruce es muy tentador y puede que alguien diga que se queda a esperar mientras los demás suben a ver las pinturas. El sendero gana altura por la ladera, gira a la izquierda al llegar a una zona de matorrales y pasa al lado de un enorme roble solitario, una referencia muy clara porque es el único árbol del entorno. Alrededor hay espineras y abundantes matorrales, pero el magnífico porte del roble no deja lugar a dudas.

Roca y Agua

El difícil terreno por el que discurre la excursión es una fascinante manifestación del poder erosivo del agua. La lluvia y el agua del deshielo primaveral han disuelto lentamente las superficies blandas de las rocas calizas, formando surcos por donde se desliza el agua que arranca la tierra del suelo y crea grandes escalones y enromes grietas que dificultan el avance de los excursionistas.

Abrigo del Paso

A partir del roble solitario el camino desciende por la falda de la montaña, pasa una portilla construida con un viejo somier en un paso rocoso y llega al paraje del abrigo del Paso. Delante de la cueva hay un cruce con un poste que señaliza las direcciones de los diferentes abrigos. La ruta sigue el sendero de las marcas amarillas y blancas en dirección al abrigo de Techamera.


Abrigos del Paso y del Ganado

El abrigo del Paso muestra pinturas de color rojo que probablemente representen rebaños de cabras en diferentes posiciones. El abrigo del Ganado tiene el acceso por la derecha del cruce del abrigo anterior. Es el más grande y el único con condiciones para ser habitado; es también el que concentra el mayor número de pinturas y contiene las representaciones más importantes del yacimiento de Fresnedo. Aparecen estilizadas figuras antropomorfas, una de ellas en color negro, representaciones humanas con penachos y un ídolo dibujado con una combinación de líneas circulares y concéntricas. También se distinguen círculos que son interpretados como símbolos astrales, lo que paree ser una especie de conjunción entre el sol y la luna. Una de las figuras humanas tiene la nariz prominente, los brazos en cruz y los atributos sexuales exagerados. Hay una estela que puede ser un ídolo y un grupo de 60 puntos que se relaciona con el firmamento astral.

Abrigo de Techamera

El sendero salva un resalte rocoso y desciende al abrigo de Techamellera, el último de la excursión. La vuelta comparte el mismo itinerario hasta el punto 2, donde está la confluencia del camino de Fresnedo. En el crice se puede tomar la opción de bajar al aparcamiento por el mismo camino de la subida o seguir la indicación de PR.AS-158 hacia Fresnedo, un camino algo más largo. El sendero recorre la ladera de la montaña a la misma altura y llega a una pradera con vistas al pueblo. Sin descender hay que seguri de frente y atravesar una zona rocosa que durante el verano suele tener una portilla y un hilo electrificado para impedir que el ganado salga de la pradera. Los hilos ganaderos con voltaje dan una pequeña descarga, así que es mejor no rozarlos, aunque el calambrazo es inofensivo y no pasa de un pequeño sobresalto. Tras dejar atrás la portilla el sendero emprende el descenso a una zona de prados, penetra en un camino emboscado y pasa al lado de una cabaña ganadera. Hasta aquí no hay contratiempo alguno, pero a partir de la cabaña hay que seguir el cauce de un arroyo donde pueden aparecer charcos de agua y barro. Lo peor que puede pasar es que nos manchemos las botas de lodo, pero el camino no se pierde: las marcas blancas y amarillas del sendero siguen apareciendo de vez en cuando y al final, cuando parece que la calleja es un callejón sin salida, el carril sale al barranco y conecta con una pista que baja a Fresnedo.

Abrigo de Techamera

Es un pequeño y está parcialmente cubierto por enredaderas y matorrales. Contiene pinturas que se han catalogado como figuras humanas con brazos en asa. También hay una figura femenina esquematizada y restos de trazos de pintura que se puede incluir en el grupo de las estelas-ídolos.

Carretera de Fresnedo

En Fresnedo se toma la carretera de acceso al pueblo en sentido descendente hasta llegar al aparcamiento.




Qué podemos aprender

Arte rupestre asturiano

La estación rupestre de Fresnedo ha sido un descubrimiento de enorme relevancia por el número de figuras, pero también por su situación geográfica en uno de los lugares estratégicos de transición en la expansión de la pintura rupestre esquemática desde Leavante a la Cordillera Cantábrica, atravesando la gran llanura del centro peninsular. Esta expansión está relacionada con la evolución de los pueblos de la prehistoria, en su búsqueda de nuevas rutas ganaderas, mejores pastos y condiciones climatológicas mas favorables: es el nacimiento de la trashumancia. Las tribus que se desplazaban desde el sur de la cordillera , huyendo del crudo clima de la meseta castellana, llevaban consigo creencias, ritos y complejos cultos solares, procedentes de las culturas mediterráneas que al contacto con las costumbres y tradiciones locales, dieron lugar a una interesante mezcla de cultos y rituales. En las pinturas esquemáticas de Fresnedo se distinguen dos etapas: en el período más primitivo aparecen figuras de cabras y toscas representaciones antropomórficas con los brazos en jarra, mientras que, las de una época posterior, cercana a la edad del hierro, hace unos tres mil años, reflejan mayor preocupación por la estética y resaltan detalles de la anatomía humana, como los atributos sexuales, la fuerza corporal o los dedos de las manos y pies. Los motivos representados en las pinturas de Fresnedo (animales, figuras humanas, astros...), unido a sus escasas posibilidades como viviendas, hacen pensar que los abrigos pudieron usarse como centros de culto religioso o lugares de enterramiento.

Qué mas visitar

Cueva Huerta

Es una de las mayores, con 14,5 kilómetros de longitud por el interior de la tierra. Es un espacio natural de enorme interés geológico y biológico, donde destaca la presencia de importantes colonias de murciélagos. Las galerías se distribuyen en tres niveles, uno de ellos completamente inundado de agua. Una parte de la cueva está acondicionada para el turismo. La visita es guiada por miembros de una empresa de turismo activo. Información 985.76.42.02

Colegiata de San Pedro

En San Martín de Teverga. Es una bella muestra de transición del prerrománico asturiano del siglo IX al románico. Hay que destacar la estructura arquitectónica primitiva, los canecillos y capiteles románicos, así como una talla de un Cristo crucificado de finales del siglo XIII.




Hayedo de Montegrande

Es un retazo de los frondosos hayedos del puerto de la Ventana. Los mejores accesos para adentrarse en este santuario vegetal están cerca del pueblo de Páramo. En los alrededores se encuentra la cascada de los Xiblos, en el paraje de la braña de las Navariegas.

Actividades complementarias y juegos

1.- Observar la erosión del suelo y los diferentes tipos de relieve

2.- Averiguar cuáles son las especies forestales del barranco de Fresnedo

3.- Intentar descubrir pinturas por los alrededores. Dicen que todavía quedan muchos yacimientos escondidos.

4.- Visitar el Parque de la Prehistoria, en San Salvador de Alesga, que reúne la mayor colección del arte rupestre de Europa.

Equipo

Cuaderno de campo para imitar las pinturas e intentar descifrar las figuras. Una cuerda es útil para ayudarse en los tramos difíciles.

Datos prácticos

Dónde dormir

Casa de aldea Aurora. Fresnedo,29. 33111 Fresnedo-Teverga. Tlf. 985.76.46.21
Alojamiento rural de construcción tradicional en piedra y madera. Calefacción, Televisión y cocina. Capacidad para 2-4 plazas.

Hotel Alesga. San Salvador de Alesga, 18. 33111 Teverga. Tlf. 985.76.44.33. Cerca del Parque de la Prehistoria. Entorno natural al lado del río Teverga. Mezcla de decoración rural y moderna. Servicio de spa y sauna.

Apartamentos Sobrevilla. Sobrevilla s/n. 33111 San Martín de Teverga. Tlf. 985.46.43.61. Instalados en las antiguas escuelas. Capacidad para 3-5 plazas. Aparcamiento y zona ajardinada con vistas panorámicas.

Hotel Balcón de Agüera. La Favorita, 7. 33111 San Martín de Teverga, Tlf. 985.76.43.19. Antigua casona del marqués de Agüera restaurada. Habitaciones acogedoras decoradas en piedra y madera.

Dónde comer

Laureano.- Pl. de la Paz, 1. 33111 San Martín de Teverga. Tlf. 985.76.42.19. Cocina asturiana tradicional. Pote tervergano, fabes con almejas y postres caseros.

Aladino.- Doctor García Miranda s/n. 33111 San Martín de Teverga. Tlf. 985.76.42.19. Cocina asturiana. Cabrito, carne roja a la piedra, productos de la huerta y postres caseros. Amplia carta de vinos.

Casa Manolo. Páramo,5 33110, Páramo-Teverga. Tlf. 985.76.43.82. Es el restaurante de un acogedor hotel de montaña. Cocina asturiana. Carnes de la zona, cabrito, platos de caza y postres caseros.

Albergue San Martín. La Nueva s/n. 33111 San Martín de Teverga. Tlf. 985.76.44.59. Cociana asturiana. Ambiente informal recomendable para ir con niños.