miércoles, 28 de enero de 2009

Majada de Trespandiu (Oceño, Peñamellera Alta)



Los señores que gorbernaban los montes del Valle Real de Peñamellera en la Edad Media se disputaron este territorio estratégico, hasta que el linaje de la casa de los Mier tomó definitivamente el control de la cuenca baja del Cares y la vertiente meridional de la sierra del Cuera. La confluencia de los rios Cares y Deva, en la población de Panes, ha sido un enclave muy solicitado desde la prehistoria por todos los pueblos del norte de la Cordillera Cantábrica. En la cueva de Llonín se han encontrado huesos, restos de una figura atropomórfica femenina y mas de cién representaciones pictóricas de animales. La cueva fue utilizada para madurar quesos hasta 1971, cuando se descubrieron las pinturas y se convirtió en uno de los vestigios mas importantes del arte peleolítico asturiano. La primera vía de comunicación en el Cares fue abierta por los romanos para intentar llegar hasta los irreductibles pueblos de las montañas cantábricas. Los pastores de la Peñamelleran también hostigaron a las tropas moras que fueron vencidas en Covadonga en el año 772. La ruta deja la frescura del Cares y sube a los paisajes más solitarios y aislados de Peñamellera Alta o Valle Alto, como llaman los paisanos al territorio, en busca de la esencia pastoril más auténtica de una de las montañas con una historia que se pierde en el tiempo.



Distancia : 6 kilómetros
Agua : En el cruce de Jaces
Desnivel positivo de ascenso : 360 metros
Tiempo : 3 horas y media
Principales formaciones : Pastizal de montaña y terreno lapiaz
Edad recomendable : A partir de ocho años
Carritos de bebe : NO
Bicicletas : No
Puntos peligrosos para los niños : Ninguno, aunque hay un tramo de orientación que no se debe hacer con niebla.


Cómo llegamos

Por la carretera que comunica Panes y Cangas de Onís, la AS-114. Salir d ePanes en dirección a Arenas de Cabrales, pasar por Trescares y en el caserío de Mildón girar a la izquierda por una carretera con muchas curvas que sube a Oceño.
De donde salimos
La plaza de Oceño, en la parte alta de este pueblo.

Por donde vamos
Aparcamiento de Oceño
La carretera de Oceño termina en la entrada del pueblo, después de varias curvas muy cerradas y vertiginosas sobre la brecha del Cares, uno de los grandes rios salmoneros de Asturias. Las casas están recogidas en el fonde de un valle estrecho y pequeño, rodeadas de colinas y prados de siega en la parte alta de las montañas, lejos de la ajetreada carretera que comunica Panes y Arenas de Cabrales. El ambiente es sereno y los pocos vecinos que mantienen habitado el lugar llevan un ritmo cotidiano sin prisas, dedicados a saborear cada momento de su apacible vida pastoril. El punto de partida es la plaza del pueblo, en la parte mas alta del caserio, un buén sitio para aparcar el coche, encontrar a los paisanos del pueblo y preguntar por los caminos que suben a Trespandiu. El camino que utilizan ahora los aldenaos para subir a las majadas de Jaces y Trespandiu es una pista rural con tramos de hormigón, para facilitar el tránsito de los vehículos, y que vamos a utilizar en el tramo de vuelta. La primera excursión sale de la plaza directamente hasta el fondo del pueblo y entra en el camino viejo de Trespandiu, una senda de herradura que todavía conserva el empedrado original para evitar que los animales resbalen. La subida parece más dura que por la pista, pero es mucho mas directa y entretenida; además se recupera un camino tradicional para usos de ocio activo. La vereda empedrada hace una curva y sale a la pista de hormigón. La subida continua por el camino rural, hace una curva muy cerrada a la derecha y en la siguiente curva se toma el carril a mano derecha, entrando en un pequeño barranco.
El camino antiguo seguía por el interior de la vaguada, pero la falta de mantenimiento ha dejado a la vegetación adueñarse del sendero.
La ruta deja a la izquierda un ramal del carril que entra en un prado y sigue por la derecha hasta una cabaña, rodeando el edificio por la parte de arriba para volver de nuevo al barranco por una senda que parece traza de ganado. Ahora viene un tramo incómodo por el interior de una vaguada que hace el arroyo del barranco. En algún momento puede estar el suelo embarrado y aumentan las complicaciones. Hay que subir los escalones del terreno sin salir a los prados de la izquierda, siguiendo siempre las sendas que suben por la ladera del monte dejando a la izquierda el cercado de las fincas. Este tramo es difícil y los niños tienen que tener solturay experiencia en senderos cerrados por la vegetación. Si uno desea ahorrarse complicaciones, se puede evitar este tramo siguiendo por la pista de hormigón hasta la majada de Jaces y en el cruce de la fuente continuar por la derecha hasta el collado de Trespandiu.

Collado de Trespandiu
La senda sale del incómodo barranco y continúa subiendo por una zona de matorral hasta el collado de Trespandiu. El ambiente es montañero y pastoril. Por todas partes aparecen cumbres, collados, sierras y valles. La estampa mas sugerente es el conjunto impecable de la majada de Trespandiu, un grupo de casitas independientes de piedra y dispersas en un bonito rosario de prados ganaderos cerrados mediante cercados de piedra en medio de un universo de montañas. La majada está colgada en la ladera del monte Haya y parece que en cualquier momento se puede derramar sobre la garganta del río Rubo, una tremenda herida geográfica que ha partido la montaña por la mitad. A partir del collado la ruta baja a la entrada de la majada y sigue por el camino principal, dejando a la derecha el camino que atraviesa los prados y se dirige a las cabañas. En verano estos territorios suelen estar frecuentados por los rebaños de las cabras que producen la leche que forma parte de la bae de queso típico de Oceño. El camino rodea la ladera del monte Haya se acerca al borde de la brecha del barranco de río Rubo. La excursión coincide con un tramo del sendero del pequeño recorrido PR-AS-159, que sale del puente de la Vidre, en Trescares, y sube a Trespandiu. El desnivel positivo desde el puente medieval supera los 800 metros en tres kilómetros un gran esfuerzo para salvar la brecha originada por la erosión de la cuenca del río Rubo, pero tiene la compensación de disfrutar de un gran paisaje. Nuestra excursión llega al mismo balcón natural sin necesidad de gastar tanta energía, aunque todavía queda por recorrer el tramo de orientación.

Majada de Espandiu
El camino rural termina en un grupo de cuatro cabañas de piedra muy bién conservadas. Este es el punto más alto de la excursión. En caso de mal tiempo, niebla, cansancio o inseguridad en terrenos de montaña es mejor dar la vuelta y volver a Oceño por el mismo camino de la subida. La dificultad del siguiente tramo es la orientación y el tipo de terreno, pués se trata de suelo calizo de lapiaz, donde los senderos son imprecisos, se camina mal y aparecen trazas de animales que pueden despistar. Hay que salir de las cabañas entre los dos edificios de la derecha, perder unos veinte metros de altitud, para evitar una zona de hoyos y escarpes rocosos, y seguir un sendero a media ladera en dirección sur. En realidad se trata de conectar los senderos de las cabras y las vacas en los pastos de montaña sin hacer grandes cambios de altitud. En algunos momentos se puede sentir inseguridad, sobre todo por los niños, al no ver un sendero claro. Con buena visibilidad no hay ningún peligro, salvo algún tropezón con los resaltes calizos del suelo. A la izquierda se intuye la meseta del monte Haya. Y a la derecha el paisaje se hundeen el abismo del valle del Cares. La ruta se mantiene siempre en la misma cota de altitud y con precaución y confianza se van salvando los relieves de la montaña.

Jaces
La aventura de ir fuera de camino se mantiene unos quinientos metros desde las cabañas, hasta que se dobla una cresta rocosa y aparece la majada de Jaces. A partir de este punto el recorrido mejora porque todos los senderos y trazas de animales van confluyendo poco a poco en dirección a las cabañas de la majada, y se llega en unos minutos a los cercados de los prados y la fuente. La ruta gira a la derecha por la pista y atraviesa las vaquerías en dirección a Oceño.

Oceño
En la curva del camino viejo se puede girar a la izquierda para bajar al pueblo por el mismo sendero de subida, mucho mas corto que por la pista. El interés del camino rural es tener nuevas vistas del pueblo y pasar por la iglesia de San Juan, fechada en el siglo XVI, tiene cubierta de madera y bóveda de cañón. al lado se alzan dos impresionantes tejos.

Que podemos aprender
Los pastos y la erosióm
Los pastizales o praderas constituyen uno de los paisajes característicos de las zonas templadas. Son territorios abiertos, sin zonas arboladas y poca variedad de arbustos. La cubierta dominante es el pasto, que pertenece a la familia de las gramíneas, el grupo mas extenso de angiospermas o plantas con flores. Existen alrededor de diez mil tipos diferentes de pastos repartidos por todos los desiertos, bosques y tundras del planeta, incluido el frio y helado continente antártico. Los pastos son una importante fuente de alimento para los animales silvestres y también para el hombre y los animales domésticos, especialmente las variedades con granos, como el trigo, avena o cebada. Los pastos de montaña en las sierras cantábricas normalmente se distribuyen en parcelas cerradas mediante muros de piedra y suelen ser de aprovechamiento vecinal para pastoreo entre los meses de primavera y el otoño, reservando el forraje para el período invernal.
Con un curioso y sencillo experimento casero es muy fácil comprender como influyen los pastos en la erosión del suelo. Se pone tierra en dos rectángulos de cartón grandes. Uno de ellos se cubre con hierbas y hojas del campo y se pone dentro de una bandeja alta de horno, situando un lateral del cartón sobre un borde de la bandeja, de modo que el cartón quede inclinado. En el fondo de un vaso de plástico se hacen unos agujeros finos y se llena de agua, dejando caer la lluvia que sale del vaso sobre el pasto que hemos reproducido en el cartón. La misma operación de lluvia artificial se repite con el cartón que tienen la tierra sin cubrir la materia orgánica. El resultado es que el agua arrastra mucha más tierra al fondo de la bandeja en el cartón sin la protección del pasto. En el medio ambiente ocurre algo parecido. La lluvia produce el mismo efecto que el vaso, arrastra de un sitio a otro la tierra desprotegida que no tiene hierbas ni raices que mantienen junta la tierra al suelo.

Que más visitar
Puente de la Vidre


Está cerca de Trescares. Atraviesa el cauce del río Cares para comunicar el camino principal del valle con el sendero que sube a la braña de Trespandiu. La obra es de un solo arco, levantada en sillar y sillarejo en tiempos d elos romanos. Los pilares se apoyan en la orillas rocosas del rio. El puente se vincula con la calzada romana de Agripa, erigida en tiempos del emperador Octavio para acceder a los pueblos astures del interior.
Alles
Es la capital dle concejo de Peñamellera Alta y parada obligada en la ruta que recorre el territorio entre Trescares y Arenas de Cabrales. Llama la atención la monumentalidad de la iglesia barroca de San Pedro, de tres naves, crecerías góticas y cúpula de piedra central. Otro edificio es la torre de Llomberu, llamada también el Palomar, de planta circular y reconstruida en 1646. Los edificios civiles más notables son la casona del Pedrosu, con escudo heráldico de los Mier, y el palacio de Cortina, con una capilla aledaña. Cerca de la población se pueden ver los restos románicos de San Pedro de Plecín, del siglo XII.

Datos prácticos
Donde dormir
La Tahona de Besnes. Crta. General s/n. 33578 Alles. Tlf. 985 41 57 49. Complejo de turismo rural formado por cuatro casas independientes, construidas en piedra y maderas nobles y dos apartamentos completamente equipados. También dispone de restaurante especializado en gastronomía tradicional asturiana.
Casa rural la Quintana. Oceño s/n 33576 Oceño. Tlf. 985 41 58 14. Casa de pueblo con un sigle de antigüedad construida en piedra y madera de castaño envejecida. Salón con chimenea, calefacción y cocina equipada.
Casa de aldea la Valleja. Rieña s/n 33576 Rueñes. Tlf. 985 41 58 95. Casa de indiano restaurada en 1997, en una pequeña aldea de 8 vecinos con vistas a los Picos de Europa. Huerta con barbacoa y muebles de jardín. Baño en las habitacíones. Se sirven comidas con productos ecológicos propios.

Donde comer
Casa Julian Crta. de Cangas de Onís a Panes km. 45 Tlf. 985 41 57 79. Es el restaurante del hostal. Patatas rellenas de carne, salmón del Cares, cordero al horno, crema helada de limón y tarta de coco.
Monte Río. Crta. de Cangas de Onís a Panes s/n. 33576 Trescares. Tlf. 985 41 57 14. Es el restaurante del hostal Salmón del Cares, boroño, sopa de hígado con pan, lechazo y cabrito. Postres caseros.

El rey del rio
El salmón, el rey de los rios asturianos, se encuentra en los cursos de río Esva, Eo, Navia, Nalón, Narcea, Sella y Cares. El salmón es una especie anádroma, es decir, pasa la mayor parte de su ciclo vital en las aguas del océano y entra en las cuencas fluviales en la época de reproducción, remontando de un modo espectacular las corrientes de los rios de montaña hasta las aguas cristalinas donde nacieron. En los primeros meses del año llegan los salmones de mayor tamaño, llamados mayucos, que pueden llegar a sobrepasar los ocho kilos de peso, y los pescadores llenan las orillas de los rios salmoneros en busca del apreciado "campanu", el primer salmón de la temporada.


Un queso cabraliego en Peñamellera alta
En primavera y verano comienza la temporada de elaborar el queso de manera tradicional en la mayor parte de los pueblos del valle del Cares, aunque en la actualidad se fabrica queso durante todo el año debido al aumento de la demanda. Oceño pertenece a Peñamellera Alta, uno de los territorios queseros más importantes de Asturias, sede de un tipo de queso muy apreciado llamado Peñamellera, de poca curación, algo fuerte y ligeramente amargo, oreado encima de un entramado de varas de avellano, lo que produce unas marcas características en la corteza. Hace unos años estuvo a punto de desaparecer, pero varios productores artesanos reactivaron la elaboración y la tradición quesera continua en las montañas del Cuera. Lo curioso es que los vecinos de Oceño son especialistas en la fabricación del universal queso de Cabrales, una de las señas internacionales de identidad de Asturias.

Las crecidas del Cares
El río Cares nace en la comarca leonesa de Valdeón, atraviesa los Picos de Europa por la universal Senda del Cares y en el concejo de Cabrales toma las aguas del Duje y el Casaño. Las aguas son de llamativas tonalidades verde esmeralda , transparentes y luminosas, refugio de truchas y nutrias. Desde las alturas de Trespandiu el río Cars aparece sumergido en su propia creación geográfica, marginado de la vida pastoril que fluye en sus montañas. Una de las temidas peculiaridades del Cares son las súbitas crecidas de su caudal, que tienen lugar en época de deshielo o después de las habituales tormentas de verano. Uno de los peores sustos que han sufrido los vecinos de Cabrales y Peñamellera fue en la crecida del año 1980, que ocasionó graves daños en la comarca.

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