miércoles, 18 de marzo de 2009
Desfiladero de las Xanas (Villanueva,Santo Adriano)
El popular desfiladero de las Xanas es una espectacular garganta de paredes grises esculpida por el salvaje torrente del río Regueiru, afluente del Trubia, en la sierra del Aramo, que llega a alcanzar una altura de 500 metros entre el curso del barranco y las crestas de los picos que forman la estructura geológica del desfiladero. La ruta ofrece una interesante muestra de la ligología calcárea de la zona, expuestas en las paredes del cañón, y los valores botánicos de un ecosistema fluvial único y particular. Las simpáticas pero perversas xanas forman parte de la mitología asturiana y presentan diferentes variantes en la comarcas de la Asturias central y oriental, como demuestra la abundante toponimia utilizada en los parajes donde se asegura su presencia. El desfiladero de las Xanas invita a soñar: es un camino por la naturaleza más pura e intacta de los paisajes asturianos y por su mitología, un ameno sendero excavado en la pared de una montaña, que llega a las entrañas del bosque acompañado por el murmullo del agua. El itinerario es largo, requiere buena forma física y cierto hábito senderista. Una opción recomendable para familias tranquilas es volver al punto de partida desde Pedroveya, eliminando del itinerario la dura subida a Dosango.
Distancia : 8,4 kilómetros
Agua : Pedroveya y Dosango
Desnivel positivo de ascenso : 440 metros
Tiempo : 5 horas
Principales formaciones : Avellanos, majuelos y hayas
Edad recomendable : A partir de 7 años
Carritos de bebé : NO
Bicicletas : NO
Puntos peligrosos para los niños : Los acantilados del desfiladero.
Cómo llegamos
Desde Oviedo por la N-634 dirección Grado hasta Trubia, girar a la izquierda por el valle del río Trubia, pasar Tuñón y 300 metros antes de llegar a Villanueva aparece a la izquierda de la carretera la zona recreativa de Las Xanas.
De donde salimos
Aparcamiento del área recreativa Las Xanas
Por dónde vamos
Area recreativa Las Xanas
El aparcamiento está en el cruce de las carreteras de Tenebredo y la principal del valle del río Trubia, allí mismo hay una fuente y un panel informativo del recorrido por el Monumento Natural del Desfiladero de las Xanas. Para entrar en el sendero hay que subir por la cuneta de la carretera de Tenebredo 400 metros y girar a la derecha por una senda bién señalizada, cuyo acceso está indicado con una piedra esculpida y un poste con marcas amarillas y blancas. Una pequeña garganta de piedra y un túnel anuncian la entrada al espacio natural de Las Xanas. A los pocos minutos los precipicios comienzan a ser de vértigo y el desnivel de la subida considerable. En la primera parte del ascenso predomina la vegetación rupícola y algunos ejemplares de carrascas empotradas en lugares tan absurdos como fantásticos; es asombroso pensar que los arbolillos colgantes están suspendidos en el vacío por capricho de la naturaleza. El cauce del río se escucha de fondo porque la fuerza del torrente es brutal, pero la densidad de la masa forestal impide ver una sola gota de agua blanca. El sendero dibuja las laderas de la montaña y llega a la parte mas escarpada y emocionante del desfiladero.
Los tramos más vertiginosos están protegidos con pasamanos de cuerda para bajar las pulsaciones de los senderistas intranquilos. La senda sale del estrecho y se interna en un espeso bosque, una oscura y tenebrosa arboleda repleta de animalillos y pájaros cantarines, de anfibios y lagartijas, de arañas y escarabajos. Un bosque para quedarse a escuchar con los sentidos alerta, la respiración relajada y los oidos abiertos. Cada bosque tiene una música singular, y en el de las Xanas suena un rumor de cuento y de magia.
El camino recorre el bosque y atraviesa el río de las Xanas por un rústico puente de madera. En las orillas del arroyo crecen saucen, olmos, hayas, castaños y avellanos, convirtiendo la arboleda en una jungla de troncos. Tras avanzar un poco más topamos con unos escalones de palos precedidos por una bifurcación. La excursión sigue por los rústicos escalones, sale a un territorio abierto de prados de siega y sube a la ermita de San Antonio, custodiada por un tejo centenario. En este apacible lugar termina la ruta de las Xanas y surgen varias posibilidades: la primera es volver directamente por el mismo camino; la segunda opción es seguir hasta Pedroveya por la carretera, tomar una sidra con queso o cencina en el bar de la plaza y bajar por el desfiladero de las Xanas; y, por último, la tercera alternativa coincide también en la visita gastronómica a Pedroveya, que además es un pueblo con una interesante arquitectura popular, pero después continúa la excursión por Dosango y Valdolayés.
Pedroveya
Pedroveya es un pintoresco pueblo de montaña con hórreos, casas típicas y un ambiente apacible. En la plaza del pueblo hay un bar que sirve para recuperar las energías gastadas en la subida a las Xanas. La excursión sale de la población por la carretera de La Cotina y a 200 metros gira a la izquierda por una pista de hormigón que sube a Dosango, señalizada con marca del PR-AS-187 Senda de Valdolayés.
Dosango
El camino desciende hasta el cauce del río de la Llaguna y sube a Dosango por la empinada ladera del valle. El repecho es largo y duro. Es la última cuesta de la ruta y, con poco de paciencia y esfuerzo, enseguida se logra llegar a las calles de Dosango. Las casas de la aldea se levantan a ambos lados de la calle principal, con sus hórreos, establos y pajares, y las esquinas muestran señales blancas y amarillas del sendero de pequeño recorrido. En la placita de la entrada hay que girar a la derecha, subir hasta el cruce de la parte alta del pueblo y girar a la izquierda por la pequeña carretera que se dirige a la Collada y Tenebredo. El camino a partir de aquí es más cómodo y apacible. A 500 metros de Dosango aparece un desvio a la izquierda señalaizado con un poste del sendero PR-AS-187; aunque el hito de madera está tirado en el suelo y medio cubierto de vegetación, el carril se distingue perfectamente en una zona de pastos y colinas cubiertas de helechos. La ruta atraviesa un collado y emprende el descenso directo al paraje de Valdolayés. Rápidamente, en pocos minutos, se llega a una curva muy cerrada que corte el terreno en horizontal y salva una parte muy empinada de la ladera. Antes de llegar a la siguiente horquilla aparece por la derecha un sendero que conduce a los restos del castro celta El Colladín. Su ubicación no es fácil de encontrar pero los aficionados a las ruinas prehistóricas pueden acercarse al poste del tendido eléctrico y buscar las piedras entre la vegetación, a unos 300 metros del camino principal.
Carretera de Tenebredo
La pista de Valdolayés traza una serie de curvas en la ladera del monte, pasa cerca de la construcción de una toma de agua y sale a la carretera de Tenebredo. Se ha de girar entonces a la izquierda por la cuneta de la carretera.
Area recreativa Las Xanas
La excursión finaliza con el regreso al área recreativa Las Xanas por la carretera.
Qué podemos aprender
Mitología asturiana
Las tierras asturianas estuvieron habitadas desde tiempos remotos por los astures, descendientes de los pueblos celtas que llegaron al norte de España a través de los Pirineos. Aquellas tribus primitivas rendían culto a la naturaleza y su vida cotidiana giraba en torno a los elementos de la misma. El aislamiento, la climatología y la influencia ejercida por otras culturas de la Cornisa Cantábrica incidieron en el desarrollo de una mitología propia, heredera de las antiguas leyendas celtas. En las largas noches de invierno, al hogar de la lumbre o en la soledad de la montaña, fueron tomando forma los extraños seres que fueron configurando la conciencia religiosa y mitológica de los astures durante siglos, manteniendo viva la tradición hasta nuestros días. Los seres mitológicos más comunes son:
El nuberu
Ser gigante que habita en las nubes y que es responsable de las tormentas y la lluvia. Aparece cubierto con pieles de cabra y un sombrero de ala ancha. Un día llegó de Egipto montado en una nube y se cayó en Asturias; acogido por un campesino, en agradecimiento se encarga de regar los campos.
Los ventolines
Son duendes de apariencia infantil que flotan por la noche en los rayos de la luna. Provocan la brisa y hacen dormir a los niños. En la noche de San Juan bailan y cantan con las xanas a coro.
El Trasgu
Es uno de los personajes más populares de la mitología asturiana. Tiene apariencia de duende travieso y revoltoso, lleva un gorro rojo y tiene rabo y cuernos. Se dedica a revolver las casas y molestar a la gente. Es muy poco inteligente y para librarse de él hay que pedirle que haga algo que le resulte imposible, como llenar de agua una cesta con agujeros o cambiar un carnero de color.
El papón
Es un gigante con boca enorme y ojos de fuego. Se dedica a raptar a los niños y devorar todo lo que se le pone por delante.
El loberu
Aunque recuerda al clásico mito del hombre lobo, en la mitología asturiana se trata de un hombre maldito que se cría entre lobos y cuida de los rebaños para que no sean atacados por animales salvajes. A los siete años la maldición desaparece.
Las llavanderas
Son muejeres ancianas qie pasan el tiempo lavando ropa en los ríos y hacen que se ahogue la gente que las mira. Por otro lado, desvían el curso de los ríos cuando hay un incendio para ayudar a los campesinos
El diañu burlón
Tiene aspecto de carnero y representa al diablo en las reuniones de brujas. Se trata de un ser muy bromista y compañero de las personas que llevan mala vida.
El pesadiellu
Aparece por la noche y convierte los sueños en pesadillas. La única solución para deshacerse de él es rezar
El cuélebre
Es una serpiente enorme, con alas y escamas. Es inmortal y custodia los tesoros de las xanas. En ocasiones ataca y devora al ganado.
El sumiciu
Es otro de los duendes caseros, asociado con los despistes del hogar: se aprovecha de que es invisible para hacer desaparecer las cosas que se acaban de usar.
El busgosu
Guardián de los bosques, detesta a los cazadores y leñadores, a los que persigue hasta que se despeñan por los barrancos. En el fondo es un ser de buén corazón que ayuda a regresar a quienes se extravían en el bosque.
Qué mas visitar
Tuñón
Es un pueblo tranquilo situado a la entrada del valle de Trubia, con un monumento religioso de notable interés. La iglesia de Santo Adriano de Tuñón fue consagrada en el año 891 por los monarcas Alfonso el Magno y Jimena. Consta de tres naves de sólidos muros con sus respectivos tres ábsides. Conserva algunos restos de pinturas y murales mozárabes pioneros en España.
Las ninfas del bosque
Las xanas son pequeñas ninfas inmortales que, víctimas de un encantamiento, habitan en los bosques asturianos. Son seres vinculados a las aguas y las fuentes, tienen el aspecto de una hermosa mujer y habitan las cuevas cercanas a los manantiales más puros y recónditos de las montañas. Es posible que su nombre proceda del latín dianae, como se llamaban las ninfas compañeras de Diana, la diosa cazadora. Las xanas trabajan sin cesar como hilanderas, tejiendo madejas de hilo de oro, y custodian fabulosos tesoros que muy pocos seres humanos han podido conocer. Se aparecen en la noche de San Juan cantando, bailando y enamorando a los jóvenes mortales que caen rendidos ante ellas, para hacerlos desaparecer en las profundidades del bosque, apresados en las fuentes de oro de las irresistibles xanas. Las ninfas asturianas asoman al amanecer entre los troncos de los grandes árboles mientras alisan sus cabellos con peines de oro; en algunos lugares protegen a los enamorados y castigan a los amantes infieles, en otros intentan seducir a un joven solitario para salir de su cautiverio encantado.
El hórreo asturiano
El hórreo es el principal y mas original elemento constructivo de numerosas aldeas de montaña, cuya función es mantener a salvo de los roedores las cosechas de tubérculos, cereales y hortalizas. La mayoría de ellos son edificios de planta cuadrada suspendidos sobre cuatro pilares de madera o piedra, llamados pegollos, de metro y medio de altura, y que se rematan con grandes piedras circulares o muelas para cortar del paso de los ratones y sobre las que descansa la base del hórreo. La estructura se construye con tablas de maderas de castaño muy bién acopladas y ensambladas utilizando, sin embargo, muy pocos clavos. La cubierta es de teja clásica curva a cuatro aguas. En algunas comarcas asturianas es como el hórreo leonés, con tejados a dos aguas.
La batalla de Valdolayés
En la versión Sebastianense de las crónicas escritas por Alfoso III en el siglo IX aparece un relato que describe una trascendental batalla que tuvo lugar en el paraje de Valdolayés. "Cuando el moro Munuza supo del exterminio del ejército árabe en Covadonga, abandonó la ciudad de Gijón y se dio a la fuga. Los astures que le seguían dieron con sus tropas en un lugar llamado Olaliense, acabando con él y con su ejército por la espalda, de manera que no quedase uno de los musulmanes dentro de los puertos del Pirineo".
El lugar de Olalies está relacionado con Santa Eulalia y se identifica con el pueblo de Valdolayés, en el concejo de Quirós.
Equipo
Para observar o convivir con los seres de la mitología asturiana sólo hay que tener imaginación y sensibilidad, pues es bastante fácil confundir el ruido de la hojarasca con las pisadas de un duende o el coletazo de una ráfaga de niebla con el paso de una xana.
Actividades complementarias y juegos
1.- Diferenciar las especies forestales del desfiladero.
2.- Observar la distribución de los pastos en la vega de Pedroveya.
3.- Buscas anfibios en las orillas del barranco.
4.- Admirar las casas tradicionales de Pedroveya y Dosango.
5.- Buscar ninfas del bosque en la espesura del desfiladero.
Datos prácticos
Dónde dormir
Casa rural La escanda. El Puente s/n. 33114 Proaza. Tlf. 985.78.40.49. Apartamentos rurales independientes en las poblaciones de Proaza y Villanueva. Decoración tradicional muy cuidada y sugerente. Trato impecable. Equipamiento completo.
Hotel Torrepalacio Pl. de la Abadía s/n. 33114 Proaza. Tlf. 985.76.11.69. Compuesto de dos viviendas rurales restauradas respetando la arquitectura tradicional. Decoración moderna.
Hotel Rural La Sinriella Villamejin s/n. 33114 Proaza. Tlf. 985.76.12.24. Atigua casa de pueblo con tres siglos de antigüedad restaurada en piedra y madera. Galería con vistas del valle de Trubia. Habitaciones con baño, televisión y calefacción. Cafetería y biblioteca.
Dónde comer
El Sabil Ctra. AS-228, km 12. 33115 Villanueva. Tlf. 985.76.14.72. Un buén lugar para comer en familia, con raciones abundantes para repartir entre los niños. Quesos artesanales, pan de escanda, pote asturiano, fabada, cordero, cabrito guisado y platos de caza.
Sidrería Benjamín Ctra. de Caranga, s/n. 33114 Proaza. Tlf. 985.76.10.06. Buena elección para probar platos típicos. Fabes con almejas, jamón asado y arroz con leche.
Etiquetas:
Desfiladero de las Xanas,
Santo Adriano,
Villanueva
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Me encanta esta ruta de montaña. La he hecho cientos de veces y no me canso... Un saludo desde Oviedo.
ResponderEliminarAlucinante!
ResponderEliminarRealmente es un sitio increible.
Primero el desfilaredo: imponente.
Segundo la bajada al valle: mágico.
Tercero Pedroveya: 100% rural.
Cuarto pista de valdolayés: relajante.
La mejor excursión que he realziado por Asturias.
Gracias.
Hace más de 40 años, que hice esta travesía por 1ª vez, me ha gustado muchisimo y la he vuelto a hacer varias veces.
ResponderEliminarSin embargo no disfruto cuando me acompañan mis sobrinos o nietos, pues los niños son inquietos y los barrancos no dejan de ser peligrosos.
Un articulo precioso.
ResponderEliminarLos editores (Casa rural ….) de este artículo deberían decir que el autor es Juanjo Alonso y todo el texto, datos y el resto de la información está copiado literalmente de la Guía de El País-Aguilar Excursiones con niños en Asturias.
EliminarYo nunca hice ese camino y lo siento ,a mi edad ya no creo que pueda ...aunque nunca se sabe si se rejuvenece,jejje.....yo lo espero
ResponderEliminarAunque no sea mas que el principio, merece la pena, llegar como mínimo al pasa manos de cuerda, yo hice la ruta con 68 años y la volveré a hacer.
EliminarAunque no sea mas que el principio, merece la pena, llegar como mínimo al pasa manos de cuerda, yo hice la ruta con 68 años y la volveré a hacer.
Eliminarhe visto mucha pendiente...hay peligro de llevar perros¿?:)
ResponderEliminarHombre hay su peligro, no es como la del Cares,que llevando al animal sujeto con correa vale, yo no lo llevaría, pero es mi apreciación.
EliminarHombre hay su peligro, no es como la del Cares,que llevando al animal sujeto con correa vale, yo no lo llevaría, pero es mi apreciación.
EliminarSe puede hacer con niño en carrito?
ResponderEliminar