miércoles, 18 de marzo de 2009
Desfiladero de las Xanas (Villanueva,Santo Adriano)
El popular desfiladero de las Xanas es una espectacular garganta de paredes grises esculpida por el salvaje torrente del río Regueiru, afluente del Trubia, en la sierra del Aramo, que llega a alcanzar una altura de 500 metros entre el curso del barranco y las crestas de los picos que forman la estructura geológica del desfiladero. La ruta ofrece una interesante muestra de la ligología calcárea de la zona, expuestas en las paredes del cañón, y los valores botánicos de un ecosistema fluvial único y particular. Las simpáticas pero perversas xanas forman parte de la mitología asturiana y presentan diferentes variantes en la comarcas de la Asturias central y oriental, como demuestra la abundante toponimia utilizada en los parajes donde se asegura su presencia. El desfiladero de las Xanas invita a soñar: es un camino por la naturaleza más pura e intacta de los paisajes asturianos y por su mitología, un ameno sendero excavado en la pared de una montaña, que llega a las entrañas del bosque acompañado por el murmullo del agua. El itinerario es largo, requiere buena forma física y cierto hábito senderista. Una opción recomendable para familias tranquilas es volver al punto de partida desde Pedroveya, eliminando del itinerario la dura subida a Dosango.
Distancia : 8,4 kilómetros
Agua : Pedroveya y Dosango
Desnivel positivo de ascenso : 440 metros
Tiempo : 5 horas
Principales formaciones : Avellanos, majuelos y hayas
Edad recomendable : A partir de 7 años
Carritos de bebé : NO
Bicicletas : NO
Puntos peligrosos para los niños : Los acantilados del desfiladero.
Cómo llegamos
Desde Oviedo por la N-634 dirección Grado hasta Trubia, girar a la izquierda por el valle del río Trubia, pasar Tuñón y 300 metros antes de llegar a Villanueva aparece a la izquierda de la carretera la zona recreativa de Las Xanas.
De donde salimos
Aparcamiento del área recreativa Las Xanas
Por dónde vamos
Area recreativa Las Xanas
El aparcamiento está en el cruce de las carreteras de Tenebredo y la principal del valle del río Trubia, allí mismo hay una fuente y un panel informativo del recorrido por el Monumento Natural del Desfiladero de las Xanas. Para entrar en el sendero hay que subir por la cuneta de la carretera de Tenebredo 400 metros y girar a la derecha por una senda bién señalizada, cuyo acceso está indicado con una piedra esculpida y un poste con marcas amarillas y blancas. Una pequeña garganta de piedra y un túnel anuncian la entrada al espacio natural de Las Xanas. A los pocos minutos los precipicios comienzan a ser de vértigo y el desnivel de la subida considerable. En la primera parte del ascenso predomina la vegetación rupícola y algunos ejemplares de carrascas empotradas en lugares tan absurdos como fantásticos; es asombroso pensar que los arbolillos colgantes están suspendidos en el vacío por capricho de la naturaleza. El cauce del río se escucha de fondo porque la fuerza del torrente es brutal, pero la densidad de la masa forestal impide ver una sola gota de agua blanca. El sendero dibuja las laderas de la montaña y llega a la parte mas escarpada y emocionante del desfiladero.
Los tramos más vertiginosos están protegidos con pasamanos de cuerda para bajar las pulsaciones de los senderistas intranquilos. La senda sale del estrecho y se interna en un espeso bosque, una oscura y tenebrosa arboleda repleta de animalillos y pájaros cantarines, de anfibios y lagartijas, de arañas y escarabajos. Un bosque para quedarse a escuchar con los sentidos alerta, la respiración relajada y los oidos abiertos. Cada bosque tiene una música singular, y en el de las Xanas suena un rumor de cuento y de magia.
El camino recorre el bosque y atraviesa el río de las Xanas por un rústico puente de madera. En las orillas del arroyo crecen saucen, olmos, hayas, castaños y avellanos, convirtiendo la arboleda en una jungla de troncos. Tras avanzar un poco más topamos con unos escalones de palos precedidos por una bifurcación. La excursión sigue por los rústicos escalones, sale a un territorio abierto de prados de siega y sube a la ermita de San Antonio, custodiada por un tejo centenario. En este apacible lugar termina la ruta de las Xanas y surgen varias posibilidades: la primera es volver directamente por el mismo camino; la segunda opción es seguir hasta Pedroveya por la carretera, tomar una sidra con queso o cencina en el bar de la plaza y bajar por el desfiladero de las Xanas; y, por último, la tercera alternativa coincide también en la visita gastronómica a Pedroveya, que además es un pueblo con una interesante arquitectura popular, pero después continúa la excursión por Dosango y Valdolayés.
Pedroveya
Pedroveya es un pintoresco pueblo de montaña con hórreos, casas típicas y un ambiente apacible. En la plaza del pueblo hay un bar que sirve para recuperar las energías gastadas en la subida a las Xanas. La excursión sale de la población por la carretera de La Cotina y a 200 metros gira a la izquierda por una pista de hormigón que sube a Dosango, señalizada con marca del PR-AS-187 Senda de Valdolayés.
Dosango
El camino desciende hasta el cauce del río de la Llaguna y sube a Dosango por la empinada ladera del valle. El repecho es largo y duro. Es la última cuesta de la ruta y, con poco de paciencia y esfuerzo, enseguida se logra llegar a las calles de Dosango. Las casas de la aldea se levantan a ambos lados de la calle principal, con sus hórreos, establos y pajares, y las esquinas muestran señales blancas y amarillas del sendero de pequeño recorrido. En la placita de la entrada hay que girar a la derecha, subir hasta el cruce de la parte alta del pueblo y girar a la izquierda por la pequeña carretera que se dirige a la Collada y Tenebredo. El camino a partir de aquí es más cómodo y apacible. A 500 metros de Dosango aparece un desvio a la izquierda señalaizado con un poste del sendero PR-AS-187; aunque el hito de madera está tirado en el suelo y medio cubierto de vegetación, el carril se distingue perfectamente en una zona de pastos y colinas cubiertas de helechos. La ruta atraviesa un collado y emprende el descenso directo al paraje de Valdolayés. Rápidamente, en pocos minutos, se llega a una curva muy cerrada que corte el terreno en horizontal y salva una parte muy empinada de la ladera. Antes de llegar a la siguiente horquilla aparece por la derecha un sendero que conduce a los restos del castro celta El Colladín. Su ubicación no es fácil de encontrar pero los aficionados a las ruinas prehistóricas pueden acercarse al poste del tendido eléctrico y buscar las piedras entre la vegetación, a unos 300 metros del camino principal.
Carretera de Tenebredo
La pista de Valdolayés traza una serie de curvas en la ladera del monte, pasa cerca de la construcción de una toma de agua y sale a la carretera de Tenebredo. Se ha de girar entonces a la izquierda por la cuneta de la carretera.
Area recreativa Las Xanas
La excursión finaliza con el regreso al área recreativa Las Xanas por la carretera.
Qué podemos aprender
Mitología asturiana
Las tierras asturianas estuvieron habitadas desde tiempos remotos por los astures, descendientes de los pueblos celtas que llegaron al norte de España a través de los Pirineos. Aquellas tribus primitivas rendían culto a la naturaleza y su vida cotidiana giraba en torno a los elementos de la misma. El aislamiento, la climatología y la influencia ejercida por otras culturas de la Cornisa Cantábrica incidieron en el desarrollo de una mitología propia, heredera de las antiguas leyendas celtas. En las largas noches de invierno, al hogar de la lumbre o en la soledad de la montaña, fueron tomando forma los extraños seres que fueron configurando la conciencia religiosa y mitológica de los astures durante siglos, manteniendo viva la tradición hasta nuestros días. Los seres mitológicos más comunes son:
El nuberu
Ser gigante que habita en las nubes y que es responsable de las tormentas y la lluvia. Aparece cubierto con pieles de cabra y un sombrero de ala ancha. Un día llegó de Egipto montado en una nube y se cayó en Asturias; acogido por un campesino, en agradecimiento se encarga de regar los campos.
Los ventolines
Son duendes de apariencia infantil que flotan por la noche en los rayos de la luna. Provocan la brisa y hacen dormir a los niños. En la noche de San Juan bailan y cantan con las xanas a coro.
El Trasgu
Es uno de los personajes más populares de la mitología asturiana. Tiene apariencia de duende travieso y revoltoso, lleva un gorro rojo y tiene rabo y cuernos. Se dedica a revolver las casas y molestar a la gente. Es muy poco inteligente y para librarse de él hay que pedirle que haga algo que le resulte imposible, como llenar de agua una cesta con agujeros o cambiar un carnero de color.
El papón
Es un gigante con boca enorme y ojos de fuego. Se dedica a raptar a los niños y devorar todo lo que se le pone por delante.
El loberu
Aunque recuerda al clásico mito del hombre lobo, en la mitología asturiana se trata de un hombre maldito que se cría entre lobos y cuida de los rebaños para que no sean atacados por animales salvajes. A los siete años la maldición desaparece.
Las llavanderas
Son muejeres ancianas qie pasan el tiempo lavando ropa en los ríos y hacen que se ahogue la gente que las mira. Por otro lado, desvían el curso de los ríos cuando hay un incendio para ayudar a los campesinos
El diañu burlón
Tiene aspecto de carnero y representa al diablo en las reuniones de brujas. Se trata de un ser muy bromista y compañero de las personas que llevan mala vida.
El pesadiellu
Aparece por la noche y convierte los sueños en pesadillas. La única solución para deshacerse de él es rezar
El cuélebre
Es una serpiente enorme, con alas y escamas. Es inmortal y custodia los tesoros de las xanas. En ocasiones ataca y devora al ganado.
El sumiciu
Es otro de los duendes caseros, asociado con los despistes del hogar: se aprovecha de que es invisible para hacer desaparecer las cosas que se acaban de usar.
El busgosu
Guardián de los bosques, detesta a los cazadores y leñadores, a los que persigue hasta que se despeñan por los barrancos. En el fondo es un ser de buén corazón que ayuda a regresar a quienes se extravían en el bosque.
Qué mas visitar
Tuñón
Es un pueblo tranquilo situado a la entrada del valle de Trubia, con un monumento religioso de notable interés. La iglesia de Santo Adriano de Tuñón fue consagrada en el año 891 por los monarcas Alfonso el Magno y Jimena. Consta de tres naves de sólidos muros con sus respectivos tres ábsides. Conserva algunos restos de pinturas y murales mozárabes pioneros en España.
Las ninfas del bosque
Las xanas son pequeñas ninfas inmortales que, víctimas de un encantamiento, habitan en los bosques asturianos. Son seres vinculados a las aguas y las fuentes, tienen el aspecto de una hermosa mujer y habitan las cuevas cercanas a los manantiales más puros y recónditos de las montañas. Es posible que su nombre proceda del latín dianae, como se llamaban las ninfas compañeras de Diana, la diosa cazadora. Las xanas trabajan sin cesar como hilanderas, tejiendo madejas de hilo de oro, y custodian fabulosos tesoros que muy pocos seres humanos han podido conocer. Se aparecen en la noche de San Juan cantando, bailando y enamorando a los jóvenes mortales que caen rendidos ante ellas, para hacerlos desaparecer en las profundidades del bosque, apresados en las fuentes de oro de las irresistibles xanas. Las ninfas asturianas asoman al amanecer entre los troncos de los grandes árboles mientras alisan sus cabellos con peines de oro; en algunos lugares protegen a los enamorados y castigan a los amantes infieles, en otros intentan seducir a un joven solitario para salir de su cautiverio encantado.
El hórreo asturiano
El hórreo es el principal y mas original elemento constructivo de numerosas aldeas de montaña, cuya función es mantener a salvo de los roedores las cosechas de tubérculos, cereales y hortalizas. La mayoría de ellos son edificios de planta cuadrada suspendidos sobre cuatro pilares de madera o piedra, llamados pegollos, de metro y medio de altura, y que se rematan con grandes piedras circulares o muelas para cortar del paso de los ratones y sobre las que descansa la base del hórreo. La estructura se construye con tablas de maderas de castaño muy bién acopladas y ensambladas utilizando, sin embargo, muy pocos clavos. La cubierta es de teja clásica curva a cuatro aguas. En algunas comarcas asturianas es como el hórreo leonés, con tejados a dos aguas.
La batalla de Valdolayés
En la versión Sebastianense de las crónicas escritas por Alfoso III en el siglo IX aparece un relato que describe una trascendental batalla que tuvo lugar en el paraje de Valdolayés. "Cuando el moro Munuza supo del exterminio del ejército árabe en Covadonga, abandonó la ciudad de Gijón y se dio a la fuga. Los astures que le seguían dieron con sus tropas en un lugar llamado Olaliense, acabando con él y con su ejército por la espalda, de manera que no quedase uno de los musulmanes dentro de los puertos del Pirineo".
El lugar de Olalies está relacionado con Santa Eulalia y se identifica con el pueblo de Valdolayés, en el concejo de Quirós.
Equipo
Para observar o convivir con los seres de la mitología asturiana sólo hay que tener imaginación y sensibilidad, pues es bastante fácil confundir el ruido de la hojarasca con las pisadas de un duende o el coletazo de una ráfaga de niebla con el paso de una xana.
Actividades complementarias y juegos
1.- Diferenciar las especies forestales del desfiladero.
2.- Observar la distribución de los pastos en la vega de Pedroveya.
3.- Buscas anfibios en las orillas del barranco.
4.- Admirar las casas tradicionales de Pedroveya y Dosango.
5.- Buscar ninfas del bosque en la espesura del desfiladero.
Datos prácticos
Dónde dormir
Casa rural La escanda. El Puente s/n. 33114 Proaza. Tlf. 985.78.40.49. Apartamentos rurales independientes en las poblaciones de Proaza y Villanueva. Decoración tradicional muy cuidada y sugerente. Trato impecable. Equipamiento completo.
Hotel Torrepalacio Pl. de la Abadía s/n. 33114 Proaza. Tlf. 985.76.11.69. Compuesto de dos viviendas rurales restauradas respetando la arquitectura tradicional. Decoración moderna.
Hotel Rural La Sinriella Villamejin s/n. 33114 Proaza. Tlf. 985.76.12.24. Atigua casa de pueblo con tres siglos de antigüedad restaurada en piedra y madera. Galería con vistas del valle de Trubia. Habitaciones con baño, televisión y calefacción. Cafetería y biblioteca.
Dónde comer
El Sabil Ctra. AS-228, km 12. 33115 Villanueva. Tlf. 985.76.14.72. Un buén lugar para comer en familia, con raciones abundantes para repartir entre los niños. Quesos artesanales, pan de escanda, pote asturiano, fabada, cordero, cabrito guisado y platos de caza.
Sidrería Benjamín Ctra. de Caranga, s/n. 33114 Proaza. Tlf. 985.76.10.06. Buena elección para probar platos típicos. Fabes con almejas, jamón asado y arroz con leche.
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Santo Adriano,
Villanueva
sábado, 14 de marzo de 2009
Cabo Peñas (Viodo, Gozón)
El primer tramo está acondicionado con pasarelas de madera, paneles informativos y barandillas de protección; el resto del itinerario atraviesa terreno abierto y hay que vigilar a los niños para que no se asomen al borde de los acantilados. La vereda costera sigue las dentelladas de la costa a suficiente distancia del vacío para que se pueda caminar sin peligro, disfrutando de un paisaje muy especial.
Distancia : 3,8 Km.
Agua : No hay
Desnivel positivo de ascenso : 20 metros
Tiempo : 1 hora y media
Principales formaciones : Rasa litoral
Edad recomendable : A partir de 5 años
Carritos de bebé : SI. En un lugar hay que levantar el carro
Bicicletas : SI
Puntos peligrosos para los niños : El borde los acantilados
Cómo llegamos
Por la autovía del Cantábrico A-8. En la circunvalación de Avilés tomar la salida de Luanco y seguir la AS-238. En la entrada de Luanco girar a la izquierda por la carretera de Bañugues y seguir las indicaciones del espacio protegido del Cabo Peñas. El acceso es un poco confuso por las pequeñas carreteras locales de Viodo. Aunque no tome el camino más directo, hay señales en los cruces importantes que indican el aparcamiento de faro de Peñas.
De donde salimos
Aparcamiento del Cabo Peñas, junto al Museo del Medio Marino.
Por donde Vamos
Faro Peñas
Estacionamos en el aparcamiento del faro, delante de la entrada del Museo del Medio Marino. En horario de visitas se puede entrar a la exposición y después, por detrás del edificio, conectar con la ruta sin salir de las instalaciones del Centro de Interpretación. El trayecto parte del aparcamiento por la derecha del recinto del faro y sigue una pista asfaltada que termina en el bar Cuatro Camino. Por la derecha del edificio sale una senda que baja por unas rocas y se dirige a la cruz de Punta Gaviera, el relieve costero mas septemtrional del cabo Peñas. La roca tiene una altitud de 94 metros sobre el nivel del mar y un buzón en la cumbre donde dejar mensajes anónimos. En este punto termina, o comienza según se mire, el sendero de pequeño recorrido PR-AS-25, una ruta senderista de 16 Km entre el faro de San Juan de Nieva y el Faro de Peñas.. Recorre las parroquias de Laviana, Podes, Verdicio y Viodo, y visita los sistemas de dunas de las playas de Xagó y Verdicio, zonas de acantilados y varios yacimientos arqueológicos. Nuestra excursión deja a la derecha el bar y sigue por una tarima de madera acondicionada para misnusválidos y todo tipo de carritos. Este tramo, corto pero muy interesante, es el conocido como Itinerario Didáctico Ambiental. Al lado de la pasarela se situán cinco paneles temáticos dedicados a la arqueología, geología, cetáceos y flora y fauna del entorno de cabo. La mayor parte de los visitantes se conforman con llegar al final de la tarima, hacerse fotos en la barandilla con las crestas de Punta Gaviera o la silueta de la isla de la Erbosa al fondo y regresar al aparcamiento. El camino se aparta de la seguridad de las maderas y avanza paralelo a la verja del recinto del faro, con el Cantábrico a la derecha. A lo largo de este tramo los acantilados están muy cerca y no conviene perder el tiempo contemplando el paisaje o haciendo fotos. Al final de la valla del faro el camino atraviesa la vaguada de un pequeño arroyo y asciende un corto repecho para entrar en la plataforma costera. A la izquierda del camino aparecen de vez en cuando senderos y carriles, pero la ruta toma el camino más obvio, dibujando la forma del litoral. Cerca de la costa aparece la isla de la Erbosa, un islote deshabitado de alto valor ecológico que alberga una importante colonia de gabiotas patiamarillas. El suelo está completamente alfombrado de plantas costeras. Las tonalidades rojas, violetas y naranjas de las pequeñas flores de los tojos y los brezos se esfuerzan por dominar la superficie de un terreno muy difícil de colonizar. En la rasa del Cabo Peñas aparecen especies que han conseguido evolucionar para adaptarse al habitat costero, especialmente condicionado por el clima y el salitre del suelo. Las charcas aisladas son otro elemento peculiar de los ecosistemas de la plataforma y refugio de la exclusiva filigrana menor, una planta en peligro de extinción incluida dentro del Catálogo Regional de Especies Amenazadas de la Flora del Principado de Asturias.
Instalaciones de telefónica
El sendero recorre el borde de los acantilados sorteando charcos y matorrales de tojo. La Proyección del paisaje es infinita y el rumor del oleaje de fondo, rompiendo olas y espuma contra la base de los acantilados transmite serenidad y cierta melancolia. La vereda se aproxima a las instalaciones de una central de Telefónica que se encuentra aislada en el borde del precipicio. Tras rebasar el edificio, el sendero atraviesa unos prados y entra en la zona de los acantilados de Ferrero. En la puerta del recinto se toma la carretera de acceso hacia la izquierda, comenzando el camino de regreso al aparcamiento del faro. Otra opción es volver al punto de partida por el mismo camino. La pista asfaltada se dirige a la carretera por un terreno llano. Antes de llegar conecta con el sendero PR-AS-25, que aparece por una pista de tierra procedente de Ferrero, un antiguo camino real que recorría los pueblos y parajes del Cabo Peñas. El camino llega hasta la cuneta de la carretera y, sin cruzarla, se ha de avanzar por el caril de la izquierda, evitando caminar por el asfalto.
Faro Peñas
El camino vuelve a salir a la carretera a la altura de las casa de la Gaviera. En la cuneta opuesta hay un hito del PR-AS-25 que marca la ruta en dirección a los edificios. El indicador no debe estar bien situado porque la pista que atraviesa el caserio no tiene salida. Antes de salir a la carretera hay que girar a la izquierda por un carril que se dirige a la valla del recinto del faro. El camino principal avanza directamente hacia el borde de los acantilados pero antes de llegar, cuando nos acerquemos a la reja o campo a través hay que girar a la derecha, pasar entre unos edificios y la valla y salir a una tarima de madera instalada en la cuneta de la carretera que lleva al aparcamiento. En este tramo también hay marcas amarillas y blancas del sendero de pequeño recorrido.
Qué podemos aprender
El mar es un espacio diverso y fascinante que se puede abordar de muchas maneras y cuya importancia es capital. En el mar se desarrollan múltiples tipos de vida animal y vegetal, pero, además, las grandes masas de agua regulan el clima y permiten la existencia de todos los seres vivos. Sin los océanos no sería posible la vida. El agua apareció cuando los gases generados por los volcanes que cubrían el planeta hace millones de años comenzaron a enfriarse y producir vapor, que calló sobre la tierra en forma de diluvio. El agua marina es salada por efecto de las sales de las rocas que llegan al fondo de los océanos arrastradas por los ríos, allí se desintegran y liberan las particulas minerales que se disuelven en el agua. El mar contiene una media de 35 gramos de sal por litro de agua. Las formas del litoral son variables y estan condicionadas por diversos factores, relacionados con el origen geológico, las mareas y el clima. Todos los litorales poseen condiciones más o menos adecuadas para la vida de animales y plantas, siendo las costas rocosas las que presentan los más ricos ecosistemas marinos y mayor biodiversidad. En los acantilados costeros se producen grandes oscilaciones del nievel del mar, que pueden llegar a alcanzar diferencias de 12 metros; paredes de piedra casi verticales y plataformas de rompientes aparecen y desaparecen cada seis horas. Los seres vivos capaces de mantenerse sobre la roca desnuda de este tipo de litoral tiene que pasar muchas horas en seco, expuestos al calor, la radiación solar, la lluvia y las heladas.
La costa del Cabo Peñas es una franja de acantilados con una altura media de 100 metros sobre el nivel del mar. Mareas, olas, corrientes y viento son los agentes dinámicos que erosionan y modelan los acantilados. El oleaje en la fachada cantábrica depende estrechamente de las borrascas atlánticas y es el principal escultor de la muralla litoral. La fauna más cercana y entretenida de observar es el conjunto de aves marinas , zambulléndose en el agua, buceando en busca de peces, flotando en el aire al acecho de una presa o descansando en los resaltes rocosos. La gaviota patiamarilla señora del territorio, tiene una importante colonia asentada entre la isla de la Erbosa y el islote del Sabín. El cormorán moñudo es un excelente buceador que suele pasar mucho tiempo en las rocas secando el plumaje. En época de migración se pueden ver pardelas, págalos y charranes, llamados también golondrinas de mar porque su vuelo recuerda al de aquella ave.
A mediados de octubre aparecen alcalas y frailecillos, que se confunden con pingüinos porque se quedan flotando en el agua, y el popular alcatraz atlántico, que puede zambullirse a más de diez metros de profundidad para pescar. El mejor lugar para observar aves y relieves costeros es la franja situada entre Punta Gaviera y el islote del Sabín. Si se elige un punto de observación en el borde de los acantilados conviene tener mucha precaución.
Qué mas visitar
Luanco
Es un acogedor pueblo pesquero muy animado y concurrido. La zona mas interesante es el casco histórico. La calle de la Riba es una pintoresca muestra de viviendas de estilo popular marinero del siglo XVIII y principios del XIX. Respartidas en varias calles del centro se pueden ver numerosas casas nobles, entre las que destacan la de la familia Mori, la de Alvaré, la de la Puente, la del Ferrador, asi como el hospital de San Juan, casa-torre de la Canal, el palacio de los Menéndez de la Pola y la plaza del Reloj, con vistosas galerías acristaladas. En el centro de la plaza se levanta la Torre del Reloj, del siglo XVIII, antigua cárcel, almacén y torre-vigía en tiempos de los piratas. Entre los edificios pertenecientes a la arquitectura religiosa convien señalar varias capillas del siglo XVIII y la iglesia de Santa María, declarada Monumento en 1992, con una impresionante torre-campanario y un llamativo cabildo rodeando el edificio, enel interior hay valiosos retablos barrocos.
Museo del Medio Marino
Ocupa el edificio del Faro de Peñas y es el centro de recepción de visitantes del Paisaje Protegido del Cabo Peñas. La exposición ocupa varias salas cuyo objetivo es mostrar los aspectos vitales del entorno marino en las inmediaciones del faro. Una sala está dedicada a la configuración de las costas y el mundo de los faros, que hace un repaso desde el mítico faro de Alejandría hasta la Torre de Hércules, así como el propio faro de Peñas. Otra sala recopila historias de naufragios y tormentas, destacando la labor de los fareros. También hay una sala sobre el medio marino de Peñas y su valiosa biodiversidad, fruto de la riqueza de las aguas y del sustrato rocoso. Los acantilados, islas, riscos e islotes costares también tienen su espacio, centrado en la adpatación del hombre marinero y pescador a la geografía costera. Horario: lunes a domingo de 10.30 a 14.00 y de 16.30 a 20.00. Precio 1 €.
Datos prácticos
Donde dormir
Casa de aldea El embarcadero : Casa de alquiler completo, construida en piedra y madera hace mas de un siglo y totalmente restaurada junto al mar. San Juan de Nieva s/n. Tlfs. : 650.66.98.20/649.69.60.70 (www.elembarcadero.es)
Hotel Brisamar : La Ribera s/n 33448 Bañugues. Tlf. 985.88.12.66. Ambiente tranquilo y entorno natural. Habitaciones bién equipadas con terra y vistas a la costa.
Hotel Playa de Luanco : Alejandro Artime, 10. 33440 Luanco. Tlf. 985.88.35.55. Construido en un edificio histórico del barrio pesquero. Ambiente familiar. Cafetería con vistas a la playa.
Hotel La Plaza : Plza. la Baragaña, 9. 33440 Luanco. Tlf. 985.88.08.79. En el casco histórico de la población. Son dos edificios con detalles decorativos y arquitectónicos cuidados y selectos. Restaurante de cocina tradicional.
Dónde comer
Maravilla: Ferrero s/n 33448. Gozón. Tlf. 985.87.80.46. Fabes con bubre, arroz con bonito y almejas, bonito en rollo y postres caseros. Comedor con vistas a la costa.
Casa Roces: Bañugues alto, s/n 33448 gozón. Tlf. 985.88.05.06. Cocina tradicional. Parriladas de marisco y pescado. Caldereta de cordero y postres caseros.
Siete Villas: Bocines s/n. 33447 Antromero. Tlf. 985.87.14.16. Sidrería típica rodeada de prados y ambiente rural. Cocina tradicional. Carnes, mariscos y pescados.
Ciaboga: Ortega y Gasset, s/n 33440 Luanco. Tlf. 985.88.18.08. Arroz con almejas y salmonetes, tiñosu con patatas y arroz con leche.
Guernica: La Riba, 20. 33440 Luanco. Tlf. 985.88.04.10. Arroz con bugre y mariscos a la plancha. Buén lugar para tomar tapas y raciones.
Valores naturales y culturales del Cabo Peñas
1.- Rasa litoral de interés comunitario con especies protegidas, tanto vegetales como animales.
2.- Atractivo paisajístico de sus playas , dunas y acantilados.
3.- Lugar privilegiado para la observación del paso de aves marinas
4.- Zona de avistamiento de cetáceos.
5.- Puntos de interés geológico: rasa del cabo Peñas y playa de Bañugues.
6.- Área arqueologicamente representativa: yacimientos del Paleolítico Inferior, cultura de los castros y restos romanos.
Un paisaje inhabitable
En la plataforma costera que rodea las inmediaciones del faro confluyen una serie de circunstancias relacionadas con la altitud, la pobreza del suelo y los vientos intensos que azotan la llanura gran parte del tiempo; unas condiciones ambientales que no han favorecido el asentamiento estable de los caserios ni la explotación del terreno con fines agrícolas o ganaderos. El alto contenido en sales minerales del suelo limita la proliferación de especies vegetales. Varios tipos de brezo costero, el tojo marino y la selecta filigrana menor, considerada especie protegida, son las únicas plantas que se han adaptado a la composición del sustrato y se han atrevido a colonizar la llanura de la rasa litoral. El resultado es un paisaje vacío y enorme, de una belleza humilde y cautivadora.
Equipo
Primáticos, guía de aves para identificar las especies y cuaderno de campo para dibujar los relieves costeros y los pájaros.
Actividades complementarias y juegos
1.- Observar el suelo de salitre y la rasa costera.
2.- Observar las plantas que crecen en la plataforma litoral.
3.- Volar cometas.
4.- Visitar la playa de Xagó.
5.- Recorrer alguno de los senderos señalizados del concejo de Gozón.
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Faro Peñas
viernes, 6 de marzo de 2009
Costa de los Dinosaurios
Hace unos 150 millones de años la superficie terrestre era completamente distinta a la que conocemos ahora.
El supercontinente Pangea estaba disgregándose poco a poco para dar origen, al cabo de miles de años, al aspecto que en la actualidad ofrecen los océanos y los continentes. En aquellos remotos tiempos no existía la hierba ni tampoco las pantas con flores. Aún no habia casquetes polares ni masas de hielo en los extremos del globo; tampoco las diferentes regiones del planeta experimentaba los bruscos cambios de temperatura que ofrecen hoy. Esto sucedió en el período jurásico, la gran etapa de los dinosaurios, cuando todas las tierras emergídas estaban dominadas por los reptiles mas grandes que habían pisado nuestro mundo. La Costa de los Dinosaurios es el tramo de litoral situado entre Gijón y Ribadesella, un escarpado retazo de la costa asturiana donde han aparecido hasta el momento 446 icnitas o huellas y diversos restos óseos de los reptiles jurásicos. En la época de los dinosaurios no existía la Cordillera Cantábrica, ni la sierra del Sueve, ni muchas montañas que vemos ahora. En el Jurásico las rocas inclinadas donde están algunas huellas eran mesetas llanas o bién el fonde de un lago. Par aver la icnitas hay que imaginar un mundo tal y como era hace 150 millones de años, por eso es recomendable visitar el Museo Jurásico de Asturias antes de hacer la excursión y aprender las claves básicas para descubrir e interpretar las icnitas de los acantalilados marinos.
Distancia : 3,7 Kilómetros
Agua : No hay
Desnivel positivo de ascenso : 210 metros
Tiempo : 2 horas
Principales formaciones : Eucaliptos y acantilados costeros
Edad recomendable : A partir de 7 años
Carritos de bebé : NO
Bicicletas : No
Puntos peligrosos para los niños : El entorno del yacimiento en marea alta
Cómo llegamos
Desde Oviedo por al A-8, Autovia del Cantábrico, hasta Villaviciosa. Sin entrar en la población tomar la AS-256 dirección Tazones. El camino más bonito para llegar a Tazones es por la carretera de El Puntal, recorriendo la ría de Villaviciosa.
De dónde salimos
Calle San Miguel, en Tazones
Tazones
En los folletos informativos y las guías dedicadas a la Costa de los Dinosaurios hablan de varios yacimientos de icnitas y rastros de dinosaurio repartidos entre la playa de Merón y Ribadesella, en localidades como Lastres y Oles o en los acantilados de Tereñes. Todas las rutas son muy interesantes y sugerentes, recorren bellos parajes y acercan al visitante a rincones de la costa donde rastrear la estela de los saurios. Nosotros hemos elegido el entorno de Tazones para, además de ver las huellas de los dinosaurios, tener la oportunidad de acercarnos a uno de los pueblos con mas encanto de la costa asturiana. Los habitantes de Tazones hace mucho tiempo que dejaron de cazar ballenas, pero el pueblo conserva el atractivo de las villas pesqueras tradicionales. Las calles trepan desordenadamente por la falda de los montes de eucaliptos entre los que se encuentra el conjunto urbano y las casas marineras, blancas y luminosas, lucen pintorescos balcones de madera, pintandos de verde, azul o rojo. La pequeña bahia tiene una playita que desaparece cuando sube la marea,y en un extremo de la ensenada, está el puerto pesquero, con la vieja lonja y las instalaciones de la cetárea (vivero), cerca del barrio más típico. Allí se encuentra la popular casa de las Conchas, en la que se conmemora el desembarco del rey Carlos I. La cita está escrita en una de las cientos de vieiras, conchas y cascarones de marisco que cubren la fachada del edificio. El 19 de septiembre de 1517, cuando la flota de 40 barcos que transportaba al joven Carlos y a su corte borgoña a España echó anclas en el puerto de Tazones, la población local escapó a las montañas del interior armada con palos y cuchillos por miedo a una invasión, hasta que se enteró que quién había desembarcado no era un enemigo sino su rey y dejaron al séquito real empreder el duro camino a través de las montañas del norte de España hacia Valladolid.
Al atardecer tiene lugar el momento mas hermoso de Tazones, cuando las barquitas de los pescadores vuelven a puerto cargadas de centollos, lubinas, chopas, salmonetes, pixín... Las capturas de día van directamente a las cocinas de los chigres y restaurantes del lugar. La merecida buena fama del pescado y el marisco de Tazones se puede comprobar en cualquier terraza o comedor del pueblo. El aparcamiento de los visitantes está a la entrada, cerca de la iglesia y de la plazita donde se ubican los carteles informativos de las rutas senderistas locales. En este punto nacen dos itinerarios que comparten algunos tramos. El mas antiguo es el sendero de pequeño recido PR-AS-50, que lleva a la playa de Merón por la ruta de los molinos, una opción interesante para los aficionados a la etnografía y a la arquitectura popular. El otro sendero, mas moderno y conocido también como Ruta del Azabache, está marcado como PR-AS-119. También allí está el panel relativo a las icnitas de Tazones, con la localización de las huellas y una breve descripción del Jurásico de Asturias. El punto de partidade la excursión está señalado con las coordenadas GPS en la parte baja de la calle San Miguel, donde se encuentran la mayoria de las terrazas de los restaurantes, antes de llegar al muro de la playa. A la altura del restaurante El Puerto hay un paso de peatones que tomamos a la izquierda según miramos al mar, en dirección al estanco, y entramos en una calle que conduce a la casa de las Conchas. Uno de los yacimientos se encuentra en la playa de Tazones, en unas rocas situadas a la derecha, y se puede visitar antes o después de hacer la excursión.
En la esquina de la casa de las Conchas aparece un cartel informativo acerca de la Ruta del Azabache y también las marcas amarillas y blancas que indicaban bien el recorrido para salir de la población. Las calles son muy empinadas, pero la auténtica cuesta comienza al salir de Tazones y adentrarse por una vereda de escalones de piedra que sube por la falda del monte, dibujando multitud de curvas y recobecos. Las vistas de Tazones a través de la arboleda ayudan a aliviar las fatigas y amenizar las paradas del descanso. En este tramo se suben 100 metros de desnivel en apenas 500 metros de distancia. El repecho es duro pero termina pronto.
Villar
La subida termina en el faro de Tazones. La ruta de la excursión gira entonces a la izquierda por la carretera que se dirige al interior. Antes de seguir merce la pena tomar a la derecha la pista de tierra y salir al mirador del faro para contemplar la amplitud del Cantábrico. Cinco minutos después de haber pasado el faro se llega a la aldea de Villar, una concentración de caserios dedicada a la ganadería. En el cruce de la población se gira a la derecha por un camino rural señalizado con los postes de la Ruta del Azabache, que discurre entre los muros de piedra de prados de siega, plantaciones de maíz y la entrada a alguna que otra finca particular. Durante el primer tramos el recorrido cambia de dirección y se dirige a la costa pero enseguida emprende el descenso, gira a la izquierda y entra en una zona forestal.
Cruce del Jurásico de Asturias
El carril se corta por un derrumbe del terreno que ha destruido la ladera del monte, quiza por el efecto de una tromba de agua. El destrozo se sortea tomando una senda que esquiva los troncos caidos y los grandes bloques de rocas y arena. En un par de minutos aparece de nuevo el carril. La excursión avanza sin mas complicaciones a través del mismo ambiente verde y sereno hasta llegar a un claro del bosque, donde aparece un cruce en el que un nuevo cartel indica la dirección de la costa, hacia la derecha. En el cartel se anuncian 200 metros hasta las huellas, pero hay mas distancia. El sendero atraviesa una portilla de madera en el límite delbosque y sale al terreno de la franja litoral, una ladera de calizas, dolomías y margas completamente tapizada de helechos y matorrales costeros.
Yacimiento de Tazones
La pequeña senda dibuja dos curvas y entra en el territorio rocoso del litoral de Tazones. A partir de aquí encontramos en varios lugares huellas, rastros de dinosaurios y restol fósiles del período jurásico. El primer vestigio con el que nos topamos, nada mas poner los pies en la costa, sobre una losa inclinada por la que se accede a la playa rocosa, es una huella con tres dedos de un dinosaurio bípedo. En algunas piedras hay carteles de la ruta, por lo que es difícil perderse. Hay que seguir la línea de costa unos 200 metros en dirección al pueblo de Tazones hasta que aparezca la plancha que tiene más icnitas de la zona, señalizada con un cartel amarillo. En marea baja o media no hay ningún peligro de bajar al yacimiento, incluso es divertido y emocionante caminar entre los grandes bloques de la playa a pocos metros de las olas. En marea alta también se puede acceder a la zona siempre que no exista oleaje fuerte. En el caso de que el mar esté embravecido y las olas alcancen a romper contra la base de los acantilados no conviene arriesgarse, puesto que un golpe de mar puede llevarse a una persona. No hay que fiarse de un cielo azul o un día sin viento y pensar que el mar está en calma; el aire simplemente produce olas mas o menos grandes que salpican la costa, al margen de las corrientes y las mareas. Sin embargo, un día gris o nublado, incluso lluvioso, puede ser ideal para recorrer sin peligro los acantilados costeros.
Tazones
La vuelta a Tazones se puede hacer por el mismo camino hasta la aldea de Villar pero, en lugar de pasar por el faro, se puede seguir de frente en el cruce del punto 1, pasar entre los caserios y bajar por una vereda que corre paralela a un muro de una finca y entra en el bosque de eucapliptos, conectando con la vereda de los escalones de piedra del camino del faro. Otra opción, mas aventurera y rápida, recomendable solo con marea baja, es salir del yacimiento por la costa en dirección a Tazones. A los 100 metros de las huellas se pasa una punta rocosa y, rodeando el macizo del faro, se llega al puerto de Tazones.
Qué podemos aprender
Hacer un hermoso mosaico casero
Cualquier momento es estupendo para recoger unas cuantas piedras de colores y empezar a conocer la composición de las rocas y los minerales. Al principio es difícil que los niños carguen con las piedras sin ningún motivo aparente, aunque cada una de ellas ilustra un aspecto de la historia de nuestro planeta. Hacer un mosaico en casa es una buena manera de que los niños se fijen en las rocas y comienzen a interesarse por el mundo de la geología. Un mosaico requiere piedrecitas pequeñas y guijarros con formas geométricas y así habrán de ser las piedras que recojamos. La primera lección que se aprenda será sobre la dureza de las rocas, y se puede hacer al tiempo que se recogen las piedras y se rompen con un martillo de geólogo para que tengan el tamaño adecuado. La dureza de los minerales se mide en una escala del 1 al 10. El uno agrupa los que son grasos al tacto y desmenuzables, como la tiza y el grafigo (la mina de lápiz). El grado dos, como es el caso del yeso, puede rayarse con el dedo. El tres se raya con una moneda, como sucede con la calcita y la mica. El cuatro se raya facilmente con el cristal. El cinco es más resistente a la acción del cristal. El seis sólo se puede rayar con el cuarzo o con una lima de acero. El siete, tal y como sucede con el cuarzo y la calcedonia, no se puede rayar. El ocho y el nueve solo pueden rayarse con un diamante. Y el 10 es el diamante, solo afectado por si mismo. En la costa de Tazones se encuentran rocas de dureza entre uno y seis. Tras haber reunido muchos pedazitos de rocas de colores y formas diferentes, de las que abundan en la franja costera, cerca del yacimiento de las icnitas, ya se puede hacer el mosaico. Primero se dibuja en un cartón grande y resistente el motivo elegido: un paisaje, un animal o un retrato. Se empieza perfilando con trazo grueso el contorno exterior de la imagen y los detalles con una fila de guijarros más finos, usando la combinación de colores y formas al gusto de cada uno. Antes de convertirse en un artista del mosaico conviene empezar por lo sencillo, usando las piedras redondas para los ojos, las triangulares para las orejas, los guijarros oscuros en trazos gruesos y los de colores vivos en las líneas finas. El interior se rellena buscando un efecto sorprendente con el resto de las piedrecitas recogidas en la primitiva Costa de los Dinosaurios.
Qué más visitar
Reserva Natural de la ría de Villaviciosa
La ría de Villaviciosa es un estuario natural único que conserva las condiciones ambientales necesarias para albergar una vegetación exclusiva y acoger multitud de aves acuáticas invernantesy migratorias. Chorlito, dorado, avefría, agachadiza común, chortilejo grande, correlimos, garza común, garza real, ánade real, pato cuchara y otras especies son frecuentes en los humedales del Cantábrico. Dependiendo de las estaciones, estas aves merodean por los ecosistemas de la ría, formados por playas, dunas, estuarios, acantilados y rasa costera. El centro de recepción de visitantes se encuentra en la carretera que recorre la orilla de la ría entre Villaviciosa y el Puntal.
Museo del Jurásico de Asturias
Está ubicado en la parte más alta de una colina llamada Rasa de San Telmo, en el concejo de Colunga, cerca de la playa de La Griega, donde se conserva una enorme huella de dinosaurio de 1,30 metros perteneciente a un saurópodo conocido como camarasaurus. El edificio tiene forma de huella tridáctila. Los espacios del interior son amplios pues acogen reproducciones en tamaño real de dos dinosaurios, las galerías que muestran la vida del planeta hace 200 millones de años y un salón de actos destinado a la proyección de cine, audiovisuales y transparencias. La colección de fósiles procedentes del jurásico asturiano supera los 8.000 ejemplares. Para mas información www.museojurasico.com o el teléfono 902.30.66.00
Datos prácticos
Dónde dormir
Hotel el Pescador Barrio de San Miguel,6. 33315 Tazones. Tlf. 985.89.70.77. Habitaciones dobles con baño y TV. Ambiente marinero y vistas a la playa.
Hotel Casa España Pl. Carlos I,3. 33300 Villaviciosa Tlf 985.89.20.30. En el centro histórico. Edificio de principios del siglo XX restaurado. Habitaciones completas. Cafetería y restaurante para clientes.
Hotel Carlos I Pl. de Carlos I,4 33300 Villaviciosa. Tlf. 985.89.01.21. En el casco antiguo. Es una antigua casa palacio del siglo XVII. Habitaciones amplias y acogedoras. Salón con chimenea y ambiente familiar.
La Casona de Amandi San Juan s/n. 33311 Amandi-Villaviciosa. Tlf. 985.89.70.45. Pertenece a la red de Casonas Asturianas. Decoración con antigüedades del siglo XVIII, aparcamiento, salón, biblioteca, galería y jardín francés.
Dónde Comer
El Rompeolas. San Roque, s/n. 33315. Tazones. Tlf. 985.89.70.13. Pescados y mariscos del Cantábrico. Bugres, centollos, calamares, lubinas y sidra.
El Puerto San Miguel, 5 33315 Tazones. Tlf. 985.89.71.01. Parrilladas de pescacos y mariscos. Caderetas y postres caseros.
El Pescador San Miguel, 6 33315, Tazones. Tlf. 985.89.71.45. Decoración marinera. Mariscos del día. Arroz con bogabante, rape a la espalda y caviar de oricios.
Las Terrazas San Roque, 4 33315 Tazones. Tlf. 985.89.70.37. Ambiente familiar. Cocina casera tradicional. Pescados y mariscos. Bonito a la plancha, besugo a la espalda y postres caseros. También alquilan habitaciones
El faro de Tazones
El faro de Tazones es uno de los que mejor se han conservado en el litoral asturiano. Entró en funcionamiento en 1864 para señalar la entrada a la ría de Villaviciosa. La torre se levantó con sillares rectangulares con esquinas achaflanadas y una escalera de caracol en el interior de 37 escalones. La linterna original tenía una luz fija blanca con un alcance de 7 millas naúticas. La actual cuenta con paneles dióptricos centrales y catadióptricos superiores e inferiores, dos lámparas alógenas de 1000 W y una luz eléctrica de 500 W, que emiten una luz blanca fija con tres pausas cada 15 segundos y un alcance de 15 millas.
El azabache de Tazones
El azabache es un típico carbón mineral de color negro brillante, llamado en algunos lugares ébano fósil. Es una variedad del lignio y procede de una familia de árboles jurásicos, parecidos al ciprés actual, que se extinguieron hace 60 millones de años, al mismo tiempo que los dinosaurios. El azabache es un fósil muy frágil y la extracción siempre se ha llevado a cabo mediante procedimientos artesanales. La talla es difícil cuando se hace en tamaños reducidos o con detalles y calados, de ahí que el arte de la azabachería se haya movido en márgenes expresivos muy limitados.
El paisaje Jurásico
Durante el Jurásico superior la costa asturiana tenía otra orientación y los paisajes eran muy diferentes a los actuales, muchos mas llanos y uniformes. Las rocas de origen marino que durante el Jurásico inferior estuvieron sumergidas en el mar comenzaron a emerger, se mezclaron con los materiales blandos procedentes de la erosión fluvial y crearon un litoral fértil, una tierra nueva donde crecieron grandes bosques de araucarias que sirvieron de refugio y fuente de alimento para los dinosaurios. En aquellos tiempos no existía la Cordiller Cantábrica ni la mayor parte de las sierras del interior, que se formaron mucho después, durante las últimas fases de la orogenia alpina, hace unos 30 millones de años, en la primera mitad del período terciario, cuando también tuvieron lugar los fenómenos geológicos que inclinaron los estratos donde se encuentran las huellas de las pisadas.
Icnitas de Tazones
En las rutas guiadas los monitores suelen señalar con tiza las icnitas y los fósiles jurásicos. Por libre es mucho más difícil descubrir una garra o un grupo de belenmnites -fósiles cefalópodos- impresos en las piedras, pués tienen la apariencia de punta de bala. Algunas huellas no están hundidas en la piedra, sino que aparecen como resaltes por efecto de una sedimentación posterior. El yacimiento mas importante está al final del recorrido, en una losa de arenisca de unos 30 grados de inclinación. En la piedra aparecen huellas de tres dedos en varios direcciones y rastros de los movimientos de la cola. En los alrededores de la planta hay icnitas de manos y pies de didosaurios cuadrúpedos.
Equipo
Martillo de geólogo, guía de minerales, un trozo de cristal para rallar rocas, una lima de acero y bolsa para transportar piedras y rocas.
Actividades complementarias
1.- Visitar otros yacimientos de icnitas de la Costa de Los Dinosaurios.
2.- Bañarse en la playa de La Griega, en Colunga, cerca del Museo del Jurásico.
3.- Dibujar con tiza las huellas y los rastros de los dinosaurios que se descubran.
4.- Obsevar los helechos y las plantas del litoral.
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